Ciudades fantasma, un drama chino
Departamentos construidos para una población que no puede comprarlos.
Para muchos hombres solteros en China comprar un departamento es un requisito previo al casamiento. Pero la compra del departamento, incluso en ciudades de segunda importancia, es una inversión que está mucho más allá de las posibilidades de una persona con buen sueldo y años de ahorro.
Eso significa que el boom de construcciones de altísimos edificios de departamentos está dejando lo que se denomina “ciudades fantasmas”, o sea ciudades donde los edificios están vacíos.
Ese gran auge de la construcción ha dejado 65 millones de residencias urbanas vacías, según un estimado de Gan Li, profesor de la Southwestern University of Finance and Economics en Chengdu. Eso equivale a 21,4% de todas las viviendas. Y muchos analistas calculan que las ventas habitacionales se volverán a contraer este año.
El mercado inmobiliario chino, hasta ahora floreciente, está mostrando señales de caída y pasa a integrar la lista de señales de advertencia sobre la economía del país. La confianza y el gasto de los consumidores caen a medida que las empresas siguen absorbiendo el impacto de la guerra comercial con Estados Unidos. A esto se le suma que el crecimiento económico chino en 2018 fue el más bajo desde 1990.
Creados para una población que nunca llegó, alrededor de 50 de estos lugares surrealistas se desparraman por todo el país. Y sin embargo la construcción continúa. Por lo general están en áreas rurales o en los suburbios de ciudades existentes.
Entonces, las ciudades fantasma son un síntoma de los problemas económicos y de la burbuja inmobiliaria. Hermosas casas, altos rascacielos, lagos, parques y redes de autopistas. Las ciudades lo tienen todo.. menos el elemento crucial: habitantes.
