Volverán los aprendices

Se debe abandonar la tradicional creencia de que la preparación profesional asegura una exitosa carrera laboral.

18 marzo, 2000

Las dificultades económicas del presente han dejado a mucha gente buscando un empleo con desesperación. Cualquier tipo de empleo. Lo que a la gente le falta hoy son planes de contingencia para estos casos.

La realidad actual pone en tela de juicio la veracidad de esa creencia tradicional según la cual el conocimiento del negocio que hemos elegido nos servirá para ascender en la escala laboral y aumentar la seguridad de nuestro empleo. Los negocios están cambiando con demasiada velocidad para que los conocimientos que tenemos de ellos se mantengan actualizados.

Los avances tecnológicos en electrónica, por ejemplo, han erosionado seriamente la necesidad de ciertos tipos de programadores de computación. Además, los cambios en la venta minorista que desarrollan las grandes tiendas por departamento han reducido la necesidad de compradores especializados de mercadería. Con la ayuda de modernos sistemas de información, un solo comprador puede hacer el mismo trabajo que solía requerir la concurrencia de dos o más empleados.

Las credenciales profesionales también han dejado de ser una garantía de que tendremos toda una vida de trabajo satisfactorio. Las escuelas de leyes están produciendo más graduados de los que pueden ser contratados por las organizaciones profesionales, empresariales o gubernamentales.

En realidad, se admite ampliamente que muchos abogados recién graduados nunca tendrán una carrera que implique trabajo legal.

Los trabajos de alta capacitación, que alguna vez fueron la llave de oro para la seguridad y la carrera personal, también están siendo abandonados. Los representantes de los fabricantes, por ejemplo, han sido durante años el enlace entre el productor y el comercio minorista. Pero dos años atrás, Wal-Mart, el vendedor minorista más grande del mundo, se negó a comprar a través de los representantes de los fabricantes, prefiriendo el lazo de la computación. El modo de operación que inauguró Wal-Mart está proliferando de muchas formas en todo el país a medida que los minoristas se conectan con los fabricantes a través de las redes de información. El resultado puede reducir costos y acortar tiempos de entrega, pero también elimina cada vez más cantidad de empleos de alta capacitación.

Hoy, la lealtad organizacional tampoco importa cuando se trata de salvar empleos o la carrera laboral de una persona. Cuando los temas de rentabilidad amenazan a una organización, la carrera de los trabajadores de mayor edad, leales y productivos, no son más sagradas que las de los empleados neófitos. Y un vicepresidente es tan vulnerable como un empleado de mantenimiento.

Aunque el aumento de la productividad es lo único que importa en las empresas, una alta productividad no asegura que uno pueda desarrollar un esquema racional en la carrera laboral. Un empleado productivo puede ser retirado de su camino como resultado de fuerzas exteriores que nada tienen que ver con su desenvolvimiento personal.

Muchos empleados de la industria aeroespacial se encontraron en esta incómoda posición cuando se produjeron los recortes en el presupuesto de defensa. La fluctuación en los mercados financieros a menudo dejan a los empleados de Wall Street en estado de trauma. Además, son cada vez más las empresas que recurren a empleados temporarios, en desprecio del papel tradicional de brindar una carrera segura a cambio de un servicio leal.

Las dificultades económicas del presente han dejado a mucha gente buscando un empleo con desesperación. Cualquier tipo de empleo. Lo que a la gente le falta hoy son planes de contingencia para estos casos.

La realidad actual pone en tela de juicio la veracidad de esa creencia tradicional según la cual el conocimiento del negocio que hemos elegido nos servirá para ascender en la escala laboral y aumentar la seguridad de nuestro empleo. Los negocios están cambiando con demasiada velocidad para que los conocimientos que tenemos de ellos se mantengan actualizados.

Los avances tecnológicos en electrónica, por ejemplo, han erosionado seriamente la necesidad de ciertos tipos de programadores de computación. Además, los cambios en la venta minorista que desarrollan las grandes tiendas por departamento han reducido la necesidad de compradores especializados de mercadería. Con la ayuda de modernos sistemas de información, un solo comprador puede hacer el mismo trabajo que solía requerir la concurrencia de dos o más empleados.

Las credenciales profesionales también han dejado de ser una garantía de que tendremos toda una vida de trabajo satisfactorio. Las escuelas de leyes están produciendo más graduados de los que pueden ser contratados por las organizaciones profesionales, empresariales o gubernamentales.

En realidad, se admite ampliamente que muchos abogados recién graduados nunca tendrán una carrera que implique trabajo legal.

Los trabajos de alta capacitación, que alguna vez fueron la llave de oro para la seguridad y la carrera personal, también están siendo abandonados. Los representantes de los fabricantes, por ejemplo, han sido durante años el enlace entre el productor y el comercio minorista. Pero dos años atrás, Wal-Mart, el vendedor minorista más grande del mundo, se negó a comprar a través de los representantes de los fabricantes, prefiriendo el lazo de la computación. El modo de operación que inauguró Wal-Mart está proliferando de muchas formas en todo el país a medida que los minoristas se conectan con los fabricantes a través de las redes de información. El resultado puede reducir costos y acortar tiempos de entrega, pero también elimina cada vez más cantidad de empleos de alta capacitación.

Hoy, la lealtad organizacional tampoco importa cuando se trata de salvar empleos o la carrera laboral de una persona. Cuando los temas de rentabilidad amenazan a una organización, la carrera de los trabajadores de mayor edad, leales y productivos, no son más sagradas que las de los empleados neófitos. Y un vicepresidente es tan vulnerable como un empleado de mantenimiento.

Aunque el aumento de la productividad es lo único que importa en las empresas, una alta productividad no asegura que uno pueda desarrollar un esquema racional en la carrera laboral. Un empleado productivo puede ser retirado de su camino como resultado de fuerzas exteriores que nada tienen que ver con su desenvolvimiento personal.

Muchos empleados de la industria aeroespacial se encontraron en esta incómoda posición cuando se produjeron los recortes en el presupuesto de defensa. La fluctuación en los mercados financieros a menudo dejan a los empleados de Wall Street en estado de trauma. Además, son cada vez más las empresas que recurren a empleados temporarios, en desprecio del papel tradicional de brindar una carrera segura a cambio de un servicio leal.

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