Cómo utilizar las inversiones y sacarle el jugo a las operaciones
Squeeze, un nuevo concepto. Se trata de una integración de metodologías basada en obtener más valor con menor costo, logrando alto impacto con baja inversión. Para maximizar el retorno, obtener resultados concretos y controlar los costos.
18 noviembre, 2009
<p>Por Luis Bendersky (*)</p>
<p>Para maximizar el retorno, para obtener resultados concretos, para gestionar mejor los cambios, para obtener el mayor provecho en las transformaciones y para controlar los costos.</p>
<p>En el contexto actual, nuevos enfoques para nuevos desafíos harán la diferencia.<br />
El concepto y las prácticas de Squeeze pueden aplicarse en empresas que están atravesando distintos escenarios de negocio:</p>
<p><strong>a)- Optimización de inversiones.</strong> Están planeando encarar proyectos de inversión y necesitan realizar un replanteo de modo de optimizarlos. ¿Cómo priorizar y maximizar el retorno? ¿Cuáles son los aspectos claves a seguir para obtener resultados concretos?</p>
<p><strong>b)- Aseguramiento de resultados.</strong> Acaban de concretar importantes planes de inversiones pero requieren de una segunda mirada, redireccionamiento o reevaluación, que posibilite asegurar los resultados. Es el caso de empresas que han realizado grandes transformaciones operacionales, organizacionales y/o tecnológicas. ¿Cómo asegurarnos el uso efectivo de la inversión realizada? ¿Cómo gestionar mejor los cambios en el negocio y su impacto en los procesos? ¿Cómo asegurarnos que las personas están involucradas y sacan el máximo provecho a la transformación realizada?</p>
<p><strong>c)- Optimización de gastos. </strong>No han realizado inversiones y se encuentran operando tal como lo venían haciendo y, no obstante ello, se encuentran con la necesidad de optimizar sus gastos. Como ejemplo, muchas empresas concentraron sus esfuerzos de negociación en cerrar contratos de voluminosas cifras pero: ¿quién controla el cumplimiento y los costos?, ¿cómo se gestionan los servicios contratados?<br />
El Squeeze es abarcativo y de aplicación múltiple y ayuda a encontrar las respuestas a las preguntas anteriores; es situacional, ya que es una herramienta válida para ser utilizada en distintos contextos y más aún en el actual; y encierra en su significado la firme intención de obtener resultados positivos con esfuerzos proporcionalmente pequeños.</p>
<p><strong>El Squeeze y sus dimensiones</strong><br />
Debe apuntar hacia objetivos bien concretos: <br />
1)- Obtener el <strong>máximo potencial de los recursos humanos </strong>con que cuenta la empresa, mediante el involucramiento de todos. Se trabaja en generar un cambio cultural dentro de la compañía a través de concientizar y comprometer a cada uno de sus integrantes con el hecho de que el cambio comienza desde cada persona.</p>
<p>2)- Reducir <strong>costos</strong> a través de una relación más efectiva<em> in/outsourcing, </em>sin sacrificar la calidad del servicio. A través de un análisis de cuestionamiento de valores agregados, de economías de escala, de competitividad de tercerizar o no.</p>
<p>3)- Mejorar la <strong>productividad</strong> y reducir costos relevantes más allá de los costos de estructura.</p>
<p>4)- Hacer mayor <strong>foco en la gestión de procesos,</strong> optimizando los críticos y descartando los que no agregan valor, integrándolos y orientándolos a los factores claves del negocio.</p>
<p>5)- Optimizar la cobertura y efectivizar la utilización de<strong> tecnología informática </strong>existente, poniendo foco en la integración y en nuevas soluciones de alto impacto que privilegien la efectividad del servicio o la eficiencia operacional.</p>
<p>6)- Por último, implementar<strong> mecanismos de medición </strong>de los resultados y esquemas de control de gestión que contribuyan a la toma de decisiones, que puedan brindarnos más información, simplificar el control y reforzar la gestión.</p>
<p>En definitiva, un enfoque integral que persigue la efectividad operacional a través de procesos más eficientes, gente más involucrada y capacitada, mejor información, más gestión y mayor cobertura e integración de los sistemas instalados, donde la clave está en obtener más valor con menos costo, a través de un enfoque donde 20% de inversión adicional genera 80% adicional de resultados.</p>
<p>(*) Luis Bendersky es Socio Director de Paradigma.</p>
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<p><font color="#dd5d3f"><strong>El desafío de encontrar la innovación</strong></font></p>
<p><img src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1096_16_2.jpg" alt="" /><br />
Pedro Cortés</p>
<p>La trampa de hacer bien siempre lo mismo ahoga la creatividad y quita relevancia a la necesidad de innovar, único pasaporte al éxito en el largo plazo para cualquier empresa.<br />
Escuchamos frecuentemente a diferentes organizaciones exitosas decir que son creativas e innovadoras. Es común verlo formalizado en sus declaraciones de misión y objetivos.<br />
En general, innovación nos habla de organizaciones en las cuales se sigue una férrea directriz de cumplimiento de objetivos y que a la vez, disponen de espacios para la divergencia. Son organizaciones con autocrítica, donde el esfuerzo no está solo en hacer sino también en mejorar.<br />
Invitan y son desafiantes para incentivar a dar lo mejor de sí a cada uno de sus miembros, a superarse en cada oportunidad. Innovar, muchas veces, se ve como algo lejano, difícil de lograr que se establezca como parte de los patrones de conducta de una empresa.<br />
Es verdad, innovar no es un accidente. Para visualizar sus beneficios y conveniencia se requiere una mente abierta. Y por cierto, valentía para asumir el riesgo de salir de la llamada “zona cómoda” y atreverse precisamente a “incomodar”. Se da en esquemas de trabajo donde la cultura del trabajo en equipo y la competitividad son recurrentes.<br />
Por ello, lograr que una organización sea innovadora va mucho más allá de declararlo o desearlo; lógico pero no por ello claro. Debemos organizarnos “para ser creativos e innovadores”. No es un aterrizaje, es despegar en un largo vuelo que requerirá perseverancia y equipos de trabajo formados para aprender a visualizar oportunidades, a estar atentos, espacio para errar y recuperarse, confianza en que lo bueno que se hace hoy no será lo que nos brindará el éxito pasado mañana.<br />
La innovación no siempre parte de cero, se inicia con la inquietud de dar respuesta a una necesidad que los medios actuales no satisface plenamente y es tan simple como tomar dos elementos existentes y relacionarlos de una nueva manera que genera una solución de mayor valor. Revisemos la situación en la empresa, en el trabajo diario. Recordemos que no es necesario descubrir la penicilina o inventar el teflón. Un buen paso es comenzar por lo que hacemos día a día y proponer cómo mejorarlo para el bien de todos. Decía que innovar no es un accidente, como la penicilina, pero igualmente su secreto reside en un hábito, investigar, cuestionar y tener el apoyo para hacerlo.<br />
Si alguien le dice que toma mucho tiempo, no le muestre un iPod o una Blackberry, muéstrele una alternativa de solución para las estadísticas de calidad de servicio, índices de accidentes laborales, fallas en procesos (o reprocesos), baja retención de personas, pérdida de clientes.<br />
La innovación está esperándolo muy cerca, descúbrala.</p>
<p>Pedro Cortés<br />
Gerente comercial de Meta4 Chile.</p>
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