Se aproxima la Tomatina
Este miércoles, la ciudad valenciana de Buñol en España protagonizará otra vez la batalla de tomates más grande del mundo. Primera regla: la única arma debe ser el tomate. La segunda: debe ser estrujado antes de lanzarlo.
Es una tradición que ya tiene 71 años y que fue prohibida por Franco por su carencia de significado religioso. La Tomatina hoy atrae a miles de personas interesadas en ser blanco de toneladas de tomates. Llegó a su apogeo en 2012, cuando los visitantes cuadruplicaron la población local. Desde entonces se la limitó a 20.000 participantes por razones de seguridad. La historia oficial de su origen es que se armó una pelea durante un desfile en 1945 y por eso volcó un carro lleno de productos vegetales, pero hay otra versiones que dicen un grupo de pobladores indignados con sus concejales comenzaron a arrojarles tomates durante una celebración. Cualquiera sea la verdad del origen, hoy la Tomatina tiene fama mundial y también tiene repetidores. Se realizan importantes guerras de tomates en Colorado, Colombia y China, donde luego las ciudades lucen rojas por todos lados. Y en todas esa ciudades repiten una de las reglas fundamentales de la fiesta popular: la obligación de estrujar el tomate antes de lanzarlo como proyectil para eivtar dañar a la persona alcanzada.
