La fortaleza del dólar está en su debilidad
Un dólar cuyo valor relativo frente al euro se ha desplomado casi 40% desde fines de 2000, tendrá un peso mucho mayor en la relación Estados Unidos-Europa que todas las maniobras diplomáticas, discursos y artículos sobre el actual estado de los asuntos transatlánticos. Un dólar débil también es mala noticia para la liberalización del comercio. La ronda Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ya venía soportando una dura batalla: negociar más apertura comercial cuando en Europa aumenta el desempleo y las importaciones pueden convertirse en misión imposible. La reciente declinación de la divisa estadounidense ha puesto de manifiesto que una moneda débil no siempre es señal de debilidad. Estados Unidos parece bien equipada para minimizar las consecuencias negativas de la aguda devaluación de su moneda mientras aprovecha las oportunidades que crea el dólar bajo.
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