Pro y contra, en dos análisis diametralmente opuestos

El argumento más escuchado es que la razón esencial de la guerra es el petróleo iraquí. Martin Wolf, columnista del Financial Times que apoya a George W. Bush, cuestiona ese supuesto pero, tal vez sin querer, expone la falta de motivaciones sustanciales. Por su parte, dos expertos en geopolítica advierten que no es cierto que Saddam es inmune a la presión. Sobre el límite, siempre retrocedió. Por tanto, no ven motivos valederos para la aventura bélica.

17 noviembre, 2012

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