El FMI condiciona la ayuda financiera

Durante el sexto día de negociaciones se habló de los últimos detalles del acuerdo que destrabaría el desembolso. No obstante, el organismo duda sobre la fortaleza del Gobierno para aplicar la ley de déficit cero.

15 agosto, 2001

(NA). – El acuerdo financiero con el FMI estaría condicionado al estricto cumplimiento del déficit fiscal y la concreción de avances significativos en el saneamiento del sistema previsional y la desregulación de obras sociales, según las pautas que buscaban terminar de acordar en Washington la misión argentina encabezada por el viceministro Daniel Marx y las autoridades de ese organismo.

Durante el sexto día de negociaciones entre las partes se habló de los últimos detalles del acuerdo que destrabaría un financiamiento destinado a recuperar la confianza de los
inversores.

El secretario del Tesoro, Paul O´Neill, dijo que confía en que “las políticas que lleva adelante el presidente Fernando de la Rúa y el ministro Domingo Cavallo permitan
restablecer un clima de estabilidad y de crecimiento económico”.

O´Neill, en una entrevista televisiva, explicó que sigue “diariamente” la crisis argentina y dijo, con cierto tono de ambigüedad, que el gobierno de Estados Unidos está involucrado “de manera apropiada” en las conversaciones sobre una nueva ayuda financiera para el país.

A todo esto, los activos argentinos tuvieron hoy una mejor performance, tanto en el sector accionario como de títulos públicos, gracias a la expectativa que despertó la inminencia del
acuerdo.

También se siguió enfriando el mercado de tasas –14% anual la pactada entre bancos– a la luz de una paulatina recuperación de reservas y depósitos, según las cifras que suministra oficialmente el Banco Central.

Desde el viernes pasado se frenó la sangría de fondos del mercado financiero, coincidieron en afirmar tanto voceros del Central como de la banca privada.

El ministro Domingo Cavallo destacó, precisamente, que la recuperación de la confianza será clave para que la crisis se revierta.

Por su lado, el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, también en Washington, dijo que la negociación con el Fondo “ya terminó” y que en la capital norteamericana existe la percepción de que la ayuda financiera será anunciada antes del fin de semana.

Según trascendió, el director gerente del Fondo, Horst Köehler, planteó a Marx las dudas que “aún existen en el organismo sobre la verdadera fortaleza del gobierno argentino para aplicar la ley de déficit cero, en el caso de que se deban recortar más gastos si son magros los resultados de la recaudación”.

En tanto, consultado el vocero del Fondo Francisco Baker sobre informaciones de prensa que señalan que Köehler llamó el martes por teléfono a los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) para conversar sobre la situación argentina, el portavoz del Fondo Francisco Baker dijo que “no puedo confirmar eso”.

“Yo no tengo información de una llamada en particular, diría que se hablan permanentemente. Supongo que Köehler habla permanentemente con ellos, es como pensar que el presidente de una empresa no habla con los miembros de su directorio”, dijo por su
parte Noemí La Greca, representante financiera de la Argentina en Washington.

Por otra parte, en una columna titulada “¿Adiós peso?” publicada en el diario The Wall Street Journal, el profesor de Economía de la Universidad de Harvard Robert Barro opinó por su lado que “más vale tarde que nunca” para implementar las profundas reformas fiscales que la Argentina necesita.

El experto recordó que desde 1991 Argentina opera bajo dos principios claves para el sector público: “No devaluar” y “No caer en cesación de pagos” de la deuda.

Según Barro, “las altas tasas de interés exacerbaron los problemas fiscales. Esta situación hace más probable un default del sector público, aunque la convertibilidad de la moneda siga en pie”.

Por ello, el ministro Cavallo incorporó un tercer principio gubernamental: “No pedir prestado”, a fin de contrarrestar la especulación y aliviar las presiones fiscales.

“Hubiese sido mejor si Cavallo hubiera implementado el nuevo principio en marzo. Los fuertes recortes en el gasto público hubieran sido políticamente viables entonces, pero pareció subestimar la seriedad de la situación fiscal”, señaló Barro. “En mi opinión, sin embargo, más vale tarde que nunca”, añadió.

Barro estimó que “por ahora, el principio de equilibrio presupuestario continuo es el camino correcto a seguir”. La ley de cero déficit fiscal “eleva dramáticamente la
posibilidad de que la Argentina atraviese la actual tormenta económica sin ninguna forma de default o devaluación”, señaló. “Pero, este logro fiscal aún no ha recibido el crédito que merece de los mercados, o de la mayoría de los analistas”, indicó.

(NA). – El acuerdo financiero con el FMI estaría condicionado al estricto cumplimiento del déficit fiscal y la concreción de avances significativos en el saneamiento del sistema previsional y la desregulación de obras sociales, según las pautas que buscaban terminar de acordar en Washington la misión argentina encabezada por el viceministro Daniel Marx y las autoridades de ese organismo.

Durante el sexto día de negociaciones entre las partes se habló de los últimos detalles del acuerdo que destrabaría un financiamiento destinado a recuperar la confianza de los
inversores.

El secretario del Tesoro, Paul O´Neill, dijo que confía en que “las políticas que lleva adelante el presidente Fernando de la Rúa y el ministro Domingo Cavallo permitan
restablecer un clima de estabilidad y de crecimiento económico”.

O´Neill, en una entrevista televisiva, explicó que sigue “diariamente” la crisis argentina y dijo, con cierto tono de ambigüedad, que el gobierno de Estados Unidos está involucrado “de manera apropiada” en las conversaciones sobre una nueva ayuda financiera para el país.

A todo esto, los activos argentinos tuvieron hoy una mejor performance, tanto en el sector accionario como de títulos públicos, gracias a la expectativa que despertó la inminencia del
acuerdo.

También se siguió enfriando el mercado de tasas –14% anual la pactada entre bancos– a la luz de una paulatina recuperación de reservas y depósitos, según las cifras que suministra oficialmente el Banco Central.

Desde el viernes pasado se frenó la sangría de fondos del mercado financiero, coincidieron en afirmar tanto voceros del Central como de la banca privada.

El ministro Domingo Cavallo destacó, precisamente, que la recuperación de la confianza será clave para que la crisis se revierta.

Por su lado, el ex gobernador bonaerense Eduardo Duhalde, también en Washington, dijo que la negociación con el Fondo “ya terminó” y que en la capital norteamericana existe la percepción de que la ayuda financiera será anunciada antes del fin de semana.

Según trascendió, el director gerente del Fondo, Horst Köehler, planteó a Marx las dudas que “aún existen en el organismo sobre la verdadera fortaleza del gobierno argentino para aplicar la ley de déficit cero, en el caso de que se deban recortar más gastos si son magros los resultados de la recaudación”.

En tanto, consultado el vocero del Fondo Francisco Baker sobre informaciones de prensa que señalan que Köehler llamó el martes por teléfono a los ministros de Finanzas del Grupo de los Siete (G-7) para conversar sobre la situación argentina, el portavoz del Fondo Francisco Baker dijo que “no puedo confirmar eso”.

“Yo no tengo información de una llamada en particular, diría que se hablan permanentemente. Supongo que Köehler habla permanentemente con ellos, es como pensar que el presidente de una empresa no habla con los miembros de su directorio”, dijo por su
parte Noemí La Greca, representante financiera de la Argentina en Washington.

Por otra parte, en una columna titulada “¿Adiós peso?” publicada en el diario The Wall Street Journal, el profesor de Economía de la Universidad de Harvard Robert Barro opinó por su lado que “más vale tarde que nunca” para implementar las profundas reformas fiscales que la Argentina necesita.

El experto recordó que desde 1991 Argentina opera bajo dos principios claves para el sector público: “No devaluar” y “No caer en cesación de pagos” de la deuda.

Según Barro, “las altas tasas de interés exacerbaron los problemas fiscales. Esta situación hace más probable un default del sector público, aunque la convertibilidad de la moneda siga en pie”.

Por ello, el ministro Cavallo incorporó un tercer principio gubernamental: “No pedir prestado”, a fin de contrarrestar la especulación y aliviar las presiones fiscales.

“Hubiese sido mejor si Cavallo hubiera implementado el nuevo principio en marzo. Los fuertes recortes en el gasto público hubieran sido políticamente viables entonces, pero pareció subestimar la seriedad de la situación fiscal”, señaló Barro. “En mi opinión, sin embargo, más vale tarde que nunca”, añadió.

Barro estimó que “por ahora, el principio de equilibrio presupuestario continuo es el camino correcto a seguir”. La ley de cero déficit fiscal “eleva dramáticamente la
posibilidad de que la Argentina atraviese la actual tormenta económica sin ninguna forma de default o devaluación”, señaló. “Pero, este logro fiscal aún no ha recibido el crédito que merece de los mercados, o de la mayoría de los analistas”, indicó.

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