Argentina mantiene la oferta de Dubai

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró que "hemos preservado el acuerdo de septiembre, seguimos manteniendo nuestra propuesta de reestructuración de deuda, y por eso hemos avanzado".

10 marzo, 2004

Fernández calificó al acuerdo con el Fondo de “importante” y agregó que “se lograron preservar los intereses del país”.

Además, el jefe de Gabinete confió que el 23 de marzo próximo se produciría el reemboloso de los US$3.150 millones que fueron abonados al organismo de crédito. El retorno de divisas dependerá del resultado de la reunión que los representantes del G7 en el Fondo Monetario mantendrán el día anterior (22 de marzo). El tema central del encuentro será el avance de la Argentina en la negociación con los acreedores.

Por esa razón, con el ojo puesto en el G7, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró que el consenso logrado este martes con el organismo permite “ir de lleno al diálogo con los acreedores privados”.

Lavagna dijo que la aprobación de la segunda revisión del acuerdo vigente con el FMI significa el “comienzo de una nueva
etapa”, que estará abocada en la renegociación de la deuda en
default.

Es que el titular del Palacio de Hacienda sabe que este tipo de negociación no puede repetirse con cada vencimiento (junio, septiembre, etc.). El ruido y la incertidumbre que conlleva no ayudan a la evolución de la economía y es peligroso que el “arreglo a última hora” se imponga como sinónimo de buena negociación.


Nota relacionada:

  • Krueger llamó a Kirchner y se arregló el pago

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    Por esa razón, con el ojo puesto en el G7, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, aseguró que el consenso logrado este martes con el organismo permite “ir de lleno al diálogo con los acreedores privados”.

    Lavagna dijo que la aprobación de la segunda revisión del acuerdo vigente con el FMI significa el “comienzo de una nueva
    etapa”, que estará abocada en la renegociación de la deuda en
    default.

    Es que el titular del Palacio de Hacienda sabe que este tipo de negociación no puede repetirse con cada vencimiento (junio, septiembre, etc.). El ruido y la incertidumbre que conlleva no ayudan a la evolución de la economía y es peligroso que el “arreglo a última hora” se imponga como sinónimo de buena negociación.


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