Acreedores prometen “puño de hierro” y Argentina no da tregua

Mientras el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, ratificó que "de ningún modo" se modificará la oferta de Dubai, el Comité Global de Bonistas retrucó que "no habrá negociación sino una propuesta unilateral" que será rechazada de plano.

12 marzo, 2004

En su cruzada, el jefe de Gabinete, dijo que “se puede ver cómo se ordena esa propuesta a través del perfeccionamiento de la oferta, pero de ningún modo alterar sus términos”. Y agregó respecto de la porción del superávit que se destinará al pago de los compromisos externos: “Durante la década pasada, el FMI financiaba el déficit de la Argentina y ahora no les basta con un superávit de 3%”.

Por su parte, el co-presidente del Comité Global de Bonistas
de la Argentina, el italiano Nicola Stock, aseguró que en
los próximos días llegará a la Argentina “con la premisa de iniciar una mesa de negociaciones y no la aceptación de propuesta unilateral”.

Stock puntualizó que “así como la Argentina parte de una base muy baja, también nosotros debemos tener una estrategia ambiciosa”.
“Pretendemos un repago completo, aunque hay que recordar que
estamos dispuestos a un alargamiento de los tiempos, así como a
una sensible reducción de los dividendos”.

Finalmente, el representante de los bonistas se mostró “satisfecho” porque el país “se sentará a la mesa de las negociaciones, después
de dos años y tres meses en los que ha hecho muy poco por los
acreedores privados”.

En su cruzada, el jefe de Gabinete, dijo que “se puede ver cómo se ordena esa propuesta a través del perfeccionamiento de la oferta, pero de ningún modo alterar sus términos”. Y agregó respecto de la porción del superávit que se destinará al pago de los compromisos externos: “Durante la década pasada, el FMI financiaba el déficit de la Argentina y ahora no les basta con un superávit de 3%”.

Por su parte, el co-presidente del Comité Global de Bonistas
de la Argentina, el italiano Nicola Stock, aseguró que en
los próximos días llegará a la Argentina “con la premisa de iniciar una mesa de negociaciones y no la aceptación de propuesta unilateral”.

Stock puntualizó que “así como la Argentina parte de una base muy baja, también nosotros debemos tener una estrategia ambiciosa”.
“Pretendemos un repago completo, aunque hay que recordar que
estamos dispuestos a un alargamiento de los tiempos, así como a
una sensible reducción de los dividendos”.

Finalmente, el representante de los bonistas se mostró “satisfecho” porque el país “se sentará a la mesa de las negociaciones, después
de dos años y tres meses en los que ha hecho muy poco por los
acreedores privados”.

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