Rusia: energía, combustibles y una reciente reunión preparatoria
Autoridades de la Unión Europea se encontraron con el presidente Vladyímir Putin, a orillas del mar Negro. Muchos sostienen que era un encuentro preparatorio del previsto en Petersburgo (julio) entre el Grupo de los 7 y Rusia.
Al respecto, esta reunión pretendía crear bases para acuerdos con la UE en temas de energía, combustibles y visas. Ello pese a recientes inquietudes occidentales sobre la fiabilidad moscovita en cuanto a suministro de gas natural. No obstante, el tono en Sochi quedó lejos de los escandaloso discursos de Condoleezza Rice en febrero o del vicepresidente Richard Cheney más tarde, sobre las pobres credenciales democráticas de Putin y su régimen.
Este encuentro y el de Petersburgo se hacen en un marco de relaciones tirantes entre Moscú y Bruselas. De ahí que los rusos deseen que el tema combustibles elipse a derechos civiles o al velado intento de reanexar Rusia blanca, de suyo un estado títere todavía comunista.
Putin trató y tratará de convencer a sus interlocutores de que el país en abastecedor fiable para la UE (pese a un nuevo programa de hidrocarburos orientado a Asia oriental), que depende enormemente de recursos ruosos. Los gobierno también analizan los planes para un poliducto noreuropeo, que llegará a Alemania cruzante Byelarús y Polonia. La disputa con Ucrania en enero, sobre tarifas de gas, fue calificado por dirigentes occidentales como patoterismo político. Por lo mismo,a Brusela le preocupa el crecimiento de Gazprom, el gigante estatal ruso,
Al respecto, esta reunión pretendía crear bases para acuerdos con la UE en temas de energía, combustibles y visas. Ello pese a recientes inquietudes occidentales sobre la fiabilidad moscovita en cuanto a suministro de gas natural. No obstante, el tono en Sochi quedó lejos de los escandaloso discursos de Condoleezza Rice en febrero o del vicepresidente Richard Cheney más tarde, sobre las pobres credenciales democráticas de Putin y su régimen.
Este encuentro y el de Petersburgo se hacen en un marco de relaciones tirantes entre Moscú y Bruselas. De ahí que los rusos deseen que el tema combustibles elipse a derechos civiles o al velado intento de reanexar Rusia blanca, de suyo un estado títere todavía comunista.
Putin trató y tratará de convencer a sus interlocutores de que el país en abastecedor fiable para la UE (pese a un nuevo programa de hidrocarburos orientado a Asia oriental), que depende enormemente de recursos ruosos. Los gobierno también analizan los planes para un poliducto noreuropeo, que llegará a Alemania cruzante Byelarús y Polonia. La disputa con Ucrania en enero, sobre tarifas de gas, fue calificado por dirigentes occidentales como patoterismo político. Por lo mismo,a Brusela le preocupa el crecimiento de Gazprom, el gigante estatal ruso,
