¿La prosperidad fue una brisa efímera en Irlanda?

A diferencia de otros (Gran Bretaña, Islandia, Letonia), el auge local fue fruto de una burbuja en la construcción residencial. Ambiciosas torres son la imagen de la nueva Irlanda y, por momentos, parecen haber borrado a la vieja.

25 febrero, 2009

<p>Pero fuera de algunos reductos, bares y tabernas se ven desiertas en las ciudades. En Dublin, la gente se ve tan susceptible o malhumorada como en Londres y los diarios rezuman violencia de todo tipo.</p>
<p>Pol&iacute;tica y econ&oacute;micamente, las similitudes entre Gran Breta&ntilde;a e Irlanda son inquietantes. Un mismo partido ha ocupado el poder durante doce a&ntilde;os. Ambos interludios pr&oacute;speros fueron presididos por dirigentes libre de ideolog&iacute;as (Anthony Blair, Bertram Ahern). Luego, ex ministros de hacienda igualmente inocuos (Gordon Brown, Brian Cowen) deben recoger los platos rotos y afrontar &ndash;quiz&aacute;- reveses electorales.</p>
<p>Naturalmente, la transici&oacute;n irlandesa es m&aacute;s teatral. Nadie en Londres se hubiese jactado, como Ahern, de que &ldquo;el auge est&aacute; en auge&rdquo;. Hoy, no hay un s&iacute;mbolo de lo contrario peor que una cuadra de Ballsbridge -un barrio de ricos- donde las vidrieras de todos los comercios llevan el mismo cartelito: SOS.</p>
<p>Un magnate de bienes ra&iacute;ces, Sean Dunne, planeaba demoler un amplio sector de Ballbridge para levantar, sol&iacute;a decir, &ldquo;Una torre en forma de diamante, estilo Dubai&rdquo;. Esta fantas&iacute;a termin&oacute; de zozobrar la semana pasada, rechazada por la autoridad de planeamiento urbano. Casi al mismo tiempo, el Dubai real apelaba a un rescate financiero por US$ 10.000 millones. </p>
<p>Sin duda, es f&aacute;cil sospechar que pol&iacute;ticos, constructores, banqueros y funcionarios de alto nivel instrumentaron esos a&ntilde;os pr&oacute;speros en su propio beneficio. En la isla verde, todos los influyentes se conocen entre s&iacute;. Tambi&eacute;n en Dubai.</p>
<p>&ldquo;Hab&iacute;a una alianza entre el partido Fiana F&aacute;il y el negocio inmobiliario&rdquo;, sostiene Jane Suiter, analista pol&iacute;tica. &ldquo;El gobierno crey&oacute; que sus regulaciones blandas permitir&iacute;an competir mejor. Para Ahern, el sector generaba empleo y le aseguraba votos&rdquo;.<br />
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