¿Una Kennedy en el Vaticano?

Según corrillos de Washington, Barack Obama debe cubrir la representación en el Vaticano antes de contemplar una visita a Josef Ratzinger. Pero ¿qué ocurriría si el presidente eligiese una mujer de ideas tan liberales como Caroline, la hija del asesinado presidente?

16 marzo, 2009

<p>Fuentes allegadas al departamento de estado y a la propia Casa Blanca admiten que el gobierno estudia seriamente las posibilidades de Caroline (51 a&ntilde;os, hija de John Fitzgerald) para cubrir el cargo ante el pont&iacute;fice. Pero se est&aacute; lejos de una decisi&oacute;n.<br />
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La &ldquo;precandidatura&rdquo; de Caroline surgi&oacute; tras una larga reuni&oacute;n con David Axelrod, principal consejero pol&iacute;tico presidencial. No pocos legisladores y dirigentes dem&oacute;cratas creen que sus esfuerzos durante la campa&ntilde;a electoral merecen un reconocimiento. Su eventual jefa, Hillary Clinton, baraja varios destinos, aparte del Vaticano.<br />
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M&aacute;ximo luego del fracaso en darle la banca senatorial que ocupaba la actual secretaria de Estado. Por supuesto, la aparici&oacute;n de alguien que pertenece a la dinast&iacute;a cat&oacute;lica m&aacute;s relevante de Estados Unidos tiene sus bemoles.<br />
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Las relaciones entre Washington y el papado nunca han sido f&aacute;ciles ni sim&eacute;tricas. Un fundamentalista del &ldquo;destino manifiesto&rdquo; como George W.Bush se llevaba mejor con el ortodoxo alem&aacute;n que con su antecesor polaco, con quien Obama habr&iacute;a andado bien. <br />
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En lo tocante al eventual primer encuentro Obama-Ratzinger, que ser&iacute;a en julio, la cobertura de la embajada en el Vaticano es clave. Eso explica el cauto silencio del papado. Tambi&eacute;n pesa la cuesti&oacute;n de la clonaci&oacute;n de c&eacute;lulas, una de las tantas obsesiones del pont&iacute;fice, a las que el presidente ha dado luz verde. Ese tema, el aborto y la justicia social se contraponen, de paso, a mormones, bautistas sure&ntilde;os y otras formas de la religi&oacute;n estadoundiense.<br />
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Ya en febrero, la entrevista entre el papa y Nancy Pelosi &ndash;cat&oacute;lica, presidente de la c&aacute;mara baja- no march&oacute; muy bien. Si no result&oacute; peor fue por el tacto de la legisladora. M&aacute;s tarde, un obispo ultramontano (Joseph Naumann, Kansas) lanz&oacute; anatema contra la ex gobernadora Kathleen Sibelius. Propuesta como ministra de salud p&uacute;blica por Obama, es partidaria del aborto en situaciones determinadas.<br />
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