Austeridad alemana, un mito a medida de Angela Merkel

Estos días, los medios europeos especializados –mayormente conservadores- asocian las medidas deflacionarias de Berlín con una eventual recuperación. Pero la baja del euro y dos fuentes de estímulos, China y Estados Unidos, son las claves reales.

20 agosto, 2010

<p>La oficina federal de estad&iacute;stica econ&oacute;mica bat&iacute;a el parche sosteniendo que &ldquo;se vive el mayor avance desde la reunificaci&oacute;n alemana&rdquo;. Al punto, los opinadores del sector se&ntilde;alaron que la austera locomotora germana es una inspiraci&oacute;n para la Eurozona y debieran imitarla Francia e Italia, por ejemplo. M&aacute;xime porque, casi al mismo tiempo, la Reserva Federal de EE.UU. pronostic&oacute; contracci&oacute;n en el producto bruto interno y desempleo superior a 10%.<br />
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Mientras, algunos pa&iacute;ses europeos &ndash;Espa&ntilde;a el primero, con su 21,5% de desempleo- proclamaban la superioridad del modelo alem&aacute;n, sus restricciones fiscales y salariales. Por ende, la gesti&oacute;n de Barack Obama era un desastre debido a sus est&iacute;mulos sist&eacute;micos. Para arribar a esta conclusi&oacute;n, los gur&uacute;es europeos olvidaban ciertos hechos, entre ellos que el crecimiento teut&oacute;n poco se relaciona con la austeridad y mucho con las exportaciones a EE.UU., tan luego, y China. O sea, est&iacute;mulos ex&oacute;genos.<br />
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Hist&oacute;ricamente, Alemania es el primer exportador mundial en t&eacute;rminos de PBI y no depende de la demanda interna. En rigor, los salarios de bolsillo (motor de esa demanda) siguen frenado desde los 90, cuando la ex Alemania oriental &ndash;Merkel proviene de ah&iacute;- los achat&oacute; al reincorporarse. Como apunta Christine Lagarse, ministra francesa de econom&iacute;a, &ldquo;el estancamiento salarial de Berl&iacute;n explica el d&eacute;ficit de recuperacion que pade la Eurozona&rdquo;.<br />
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Lo que si sobra en la locomotora es combustible l&iacute;quido, o sea euros. La banca germana ha prestado a colegas del sur y tambi&eacute;n ha comprado deuda p&uacute;blica de pa&igrave;ses potencial o realmente en apuros. Por ello, el espect&aacute;culo montado en las pruebas de solvencia no convenci&oacute; a casi nadie.<br />
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En s&iacute;ntesis, Alemania exporta mucho, importa poco y paga a los trabajadores bastante por debajo de su productividad. No es dif&iacute;cil, pues, que nuevos castigos electorales a Merkel, como el de Vestfalia-Renania norte, esperen a la vuelta de la esquina para aventar el mito de la austeridad virtuosa, que entusiasma al <em>Financial Times</em> y hace sonre&iacute;r al <em>New York Times</em>. <br />
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