Crisis de 2006/09: costó US$ 2,2 billones pero no se agota
Según cifras del Fondo Monetario, revisadas en junio y septiembre, los costos en Estados Unidos superaban el par de billones (millones de millones) a fin de 2009. Como sucede hoy en la Unión Europea, fue un fracaso colectivo, sostienen Joseph Stiglitz y Jefffrey Sachs.
21 octubre, 2010
<p>La continua baja de valores inmobiliarios –atenuada recién este año- y la carga de incobrables, por sí solos, determinaron sólo en 2007/2008 quebrantos por US$ 565.000 millones. Así estima un informe anual difundido por el FMI este miércoles en Washington. El otro monto incluye títulos y obligaciones comerciales ligados a bienes raíces y préstamos a deudores insolventes, tanto individuos como sociedades. En general, eran activos tóxicos.<br />
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El trabajo del Fondo Monetario Internacional señala lo peor de la astringencia crediticia, pero ahora aparece la crisis europea. Hasta diciembre, en efecto, bancos y firmas de valores occidentales habían depreciado o liquidado activos por US$ 750.000 millones. A raíz de eso, los reguladores presionan para que el sector privado busque capitales frescos, con el objeto de frenar el deterioro de balances y el crecimiento. Tanto en Estados Unidos como en la Eurozona.<br />
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“Las nuevas turbulencias son algo más que problemas de liquidez. Por el contrario –apuntaba un informe de Union des Banques Suisses-, reflejan profundas fragilidades contables y débiles bases de capital. Entonces, sus efectos pueden ser aun más amplios, hondos y recurrentes, por lo cual comportan riesgos de continuar durante un lapso considerable”. Similar postura exhibe el comité de Basilea.<br />
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Todavía bajo Rodrigo Rato, hace dos años y medio, el Fondo suponía que la crisis sistémica tendría consecuencias acotadas. Ello se debía a “falta de comprensión sobre riesgos involucrados en ciertos instrumentos financieros, por ejemplo los derivados”, subraya UBS.<br />
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Con Dominique Strauss-Kahn en el timón, no se acabaron los eufemismos típicos de la alta burocracia fondista. No obstante, las proyecciones del FMI superan a las de bancas y analistas privados. Por ejemplo, los US$ 600.000 millones que presumía, en 2009, Deutsche Bank. “Los gobiernos debieran preparar planes contingentes –sostiene el trabajo- para afrontar grandes masas de activos deteriorados, si las depreciaciones conducen a una dinámica rupturista en la economía real”. Éste es el horizonte que afronta la inminente cumbre del Grupo de los 20. <br />
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En el pasado, el FMI “no ha señalado con bastante énfasis una serie de peligros asociados al colapso de malas hipotecas y sus efectos en el sistema financiero”, admite hoy Strauss-Kahn, en clara alusión a su antecesor. Por cierto, en abril de 2007, Rato todavía afirmaba: “no existen serias amenazas de tipo sistémico. La titulización de malas hipotecas no implicará pérdidas relevantes”. Lo único positivo es otro fenómeno imprevisto: el desacople de mercados asiáticos y latinoamericanos respecto de las crisis en economías centrales. <br />
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