Viena: la ultraderecha exige un referendo sobre Turquía
El populismo racista que prospera en la Unión Europea se reunió, pero ¿por qué en esa capital? Porque dos veces estuvo a punto de sucumbir ante los otomanos, en 1529 y 1683. Ahora se la proclama bastión de occidente contra un nuevo avance turco.
25 octubre, 2010
<p>En pos de una plataforma continental común, los ultras de aprestan a dar batalla en las elecciones europeas de 2014 y exigen un plebiscito –o veintisiete, llegado el caso- para decidir si Turquía ingresa a la UE. Participan de la iniciativa el local FPö, Vlaams Belang (belgas), Dansk Folkeparti, los “demócratas” suecos y otras doce agrupaciones.</p>
<p>Para viabilizar la propuesta, emplearán la figura parlamentaria de “iniciativa ciudadana”, introducida –vaya ironía- en diciembre por el tratado de Lisboa. Así reveló el eurodiputado danés Morten Messerschmidt. “Queremos consultar a todos, no sólo –sostuvo- a los políticamente correctos, desde Escandinavia hasta los Balcanes, Europa central y occidental”.</p>
<p>No es que el caso turco sea un modelo de celeridad por parte del Europarlamento y Bruselas. El tema es oficial desde 2005 y, como si fuera poco, los pesos pesados opositores incluyen Francia –donde Nicolas Sarkozy sugirió un referendo en 2008-, Alemania y Polonia. En este caso, opera además para el Vaticano: al papado no le causaría gracia la irrupción de un país con 70 millones de habitantes (sólo Alemania tiene más al oeste de Rusia), mayormente musulmanes.</p>
<p>“El eventual ingreso turco –afirma el austríaco Heinz-Christian Strache- sería el fin de la UE y el inicio de una unión eurasiática”. Muy bien, pero ¿qué pasó en 1529 y 1683? Dos veces, en efecto, el imperio Otomano alcanzó las murallas vienesas, cuando los Habsburgo dominaban el flanco sudeste de Europa. En 1529, tras la batalla de Mohács (donde se habían perdido Hungría, Croacia y Bosnia), el invasor sitió la capital austríaca. La salvó una coalición liderada por Polonia.</p>
<p>Ese ataque marcó la culminación del poder otomano. Lo de 1683, 154 años después, era el comienzo de su decadencia. Otra alianza encabezada también por un rey polaco, Juan III Sobieski, inició un largo repliegue del imperio. Poco versados en historia, los ultras europeos han preferido la segunda y no la primera batalla de Viena. <br />
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