Brasil apela a una red de pactos para pesar en el G-20

Un cruce de alianzas define en Brasil una política internacional no centrada sólo en el grupo de los 20 ni en los otros tres grandes emergentes (China, Rusia e India). Pero Latinoamérica es esencial como punto estratégico, más con el declive de EE.UU.

3 noviembre, 2010

<p>Nadie sabe por qu&eacute; Gran Breta&ntilde;a, v&iacute;a su colonia malvinera, pidi&oacute; a Brasil cooperar con su exploraci&oacute;n petrolera en el Atl&aacute;ntico sudoccidental. Londres sabe que Itamarat&iacute; apoya a Argentina en la zona mientras Petrobr&aacute;s se proyecta al golfo de M&eacute;xico. Esto redefine un eje geopol&iacute;tico nada ex&oacute;tico para el Planalto.</p>
<p>En verdad, el desastre de British Petroleum en el litoral estadounidense favoreci&oacute; los planes brasile&ntilde;os en la regi&oacute;n. &Eacute;stos incluyen actividades en la cuenca norte de Cuba &ndash;entre la isla, Florida y Bahamas-, junto con la firma estatal noruega Hydro. Tan intrincado ajedrez tiene un est&iacute;mulo sist&eacute;mico: en el primer semestre, el gigante creci&oacute; m&aacute;s de lo supuesto y registra 9% de aumento anual en el producto bruto interno. Vale decir, durante los doce meses entre julio de 2009 y junio &uacute;ltimo. Nunca hab&iacute;a ocurrido.</p>
<p>El ritmo del PBI brasile&ntilde;o, pues, s&oacute;lo es todav&iacute;a superado por China, que pas&oacute; el 10% anual en 2006, 2007 y 2008. Como ocurre con otras econom&iacute;as emergentes &ndash;India, Rusia, Argentina, Sud&aacute;frica-, las claves del auge brasile&ntilde;o residen en la demanda interna, que estimula la producci&oacute;n industrial y la inversi&oacute;n externa directa.</p>
<p>Internacionalmente, Brasil mejora su posici&oacute;n en el cuarteto emergente l&iacute;der. Este conjunto m&aacute;s algunos otros integrantes del grupo de los 20 son quienes est&aacute;n impulsando &ndash;pese a los problemas europeos- a la econom&iacute;a occidental fuera de la crisis sist&eacute;mica iniciada con el colapso hipotecario norteamericano de 2006/7. Resulta ir&oacute;nico que ese mismo g-20 se resista a debatir una &ldquo;tasa Tobin&rdquo; sobre el negocio financiero multinacional, justamente porque un &ldquo;lobby&rdquo; opera sobre varios bancos centrales.</p>
<p>Pero falta un detalle: varios pa&iacute;ses han tirado por la borda las viejas recetas del Fondo Monetario Internacional, que resultaron contraproducentes en la crisis sist&eacute;mica de 1997/8. Hoy el propio FMI abandona &ndash;con parsimonia- la cartilla ortodoxa, forzado por otra crisis, la del endeudamiento en la Uni&oacute;n Europea. En cierto sentido, el problema real es el colapso del pacto de Maastricht (1992) y la suerte del euro. Ahora, la derrota parcial en las elecciones le plantea a Barack Obama nuevos dilemas en el exterior, empezando por la cumbre del g-20 (11, 12 del mes).<br />
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