Docenas de muertos por la represión en Libia
No menos de veinticuatro personas perecieron durante manifestaciones contra el coronel Muammar Ghaddafi, el jueves, según Human Rights Watch, París. Las protestas continuaban este viernes, en lo que parece el mayor desafío a su poder en 42 años.
18 febrero, 2011
<p>También el viernes –feriado musulmán-, las tropas coparon las calles de Bengazi. En Trípoli, la capital, Ghaddafi hizo una fugaz aparición en la plaza Verde, rodeado de adictos, pero no habló. Ese color, imitado por el sultán de Marruecos, Mahoma V, definía una “revolución” según cuya ortodoxia el “coronel” es un ciudadano común. En realidad, es un dictador absoluto, apoyado en el culto a la personalidad, férreos controles a los medios y un aparato de seguridad omnipresente.<br />
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No obstante, esta semana el autócrata se ve arrinconado por la realidad en las calles y las redes sociales. Todo este contra-aparato desató el jueves un “día de ira”, siguiendo pautas desplegadas en otros países árabes.<br />
<em>Human Rights Watch </em>reveló que la violencia ya no se limita al este del desértico territorio y toca Trípoli, en el oeste. Existe una explicación: Benghazi, segunda ciudad de Libia, siempre ha sido un reducto de opositores. Por su parte, Reuters señalaba este viernes que miles de manifestantes amanecieron en Benghazi, Derna, Tobruk, al Beida y Zentán. <br />
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De acuerdo con la misma fuente, la policía y los irregulares del “coronel” disparaban el jueves –ostensiblemente para dispersar la gente- y acabaron matando unos cuarenta civiles. Estos desbordes y la histérica reacción de la policía castigaron a las cinco poblaciones mencionadas.<br />
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A Ghaddafi le sobran motivos de alarma. Ha visto derrumbarse la prooccidental Túnez al oeste y, al este, a Egipto, el mayor país árabe del mundo en población. Ahora, no vacila en apelar a la violencia para ahogar o prevenir revueltas. Aparte de la onda de malestar social que cubre Levante, Libia tiene sus propios problemas económicos en el oeste y políticos en el este, Benghazi, cuya población se siente postergada en relación con Trípoli. <br />
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