Los sauditas presionados para actuar sobre Yemen
Occidente, con Estados Unidos y Gran Bretaña al frente, exigen a Riyadh forzar una veloz transferencia del poder en Sanaa. Si no se aprovecha la ausencia del presidente Abdullá Alí Saleh para deponerlo, se agravará la guerra civil en curso.
12 junio, 2011
<p>Como se sabe, el dictador vitalicio se halla en Saudiarabia reponiéndose de heridas –reza la versión oficial- causadas por una bomba en su reducto capitalino. La repentina y, en realidad, innecesaria evacuación a Riyadh (4 de junio) ha creado esperanzas de acabar con 33 años en e sillón presidencial. “Sería -señalan diplomáticos europeos y árabes- un método indoloro para destronarlo, acabando con cuatro de meses de choques”.<br />
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Este mismo fin de semana, en Sana’a y otras ciudades, miles de manifestantes salieron a las calles demandando “deponer y juzgar al carnicero con su familia”. Un dirigente opositor, Bandar al-Dhabiáib, es claro: “Queremos que Saleh no vuelva. Nosotros arreglaremos este caos y, aunque amenace regresar, le impediremos hacerlo Sunníes y shiíes queremos un presidente temeroso de Alá”.<br />
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Por su parte, los gobierno occidentales se exasperan ante la falta de un cronograma de negociaciones, vacío que fomenta rumores –en Riyadh, Sana’s y la Unión de Emiratos Árabes- sobre la vuelta del mandatario vitalicio y su codicioso clan. Para conjurarlos, un diplomático británico confió a un medio londinense que Saleh “muestra serias quemaduras, huesos rotos y esquirlas. Son heridas que tomarán meses para curar”.<br />
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Una iniciativa del Consejo pro Cooperación del Golfo –UEA, Irak, Kuwait, Qatar, Saudiarabia- plantea una transición cuyo lapso no se ha definido. “Yemen no puede aguantar meses para formar gobierno y llamar a elecciones con constitución nueva” subrayaba aquel diplomático. Saleh “debe decidirse y aceptar el plan del CCG. Para ello, el papel de los saudíes de clave”.<br />
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Pero Riyadh se pasa de cauta. Osama Nogalí, vocero de la cancillería, sostuvo, hablando con el Financial Times, que “evacuar a Saleh no es parte del plan político. En todo caso, el destino del presidente es cuestión de los yemeníes, no nuestra”. Más audaz, EE.UU. quiere que el vicepresidente Abdú Rabu Mansur arme un gobierno transitorio de unidad con todas las facciones. Pero casi nadie de la oposición quiere parlamentar mientras no se deponga formalmente a Saleh.<br />
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