Tras el telón rural, combustibles y transportes argentinizados abren el camino al ajuste tarifario

La pulseada entre gobierno y productores resultó ser política, en la práctica las retenciones habían vuelto al 35 % anterior al conflicto. Tras la humareda, cambió el índice del INdEC y empezó la recomposición de las tarifas públicas

20 mayo, 2008

<p>Retrotraer las retenciones al 10 de marzo implicar&iacute;a dejarlas en un nivel como el actual, aunque &quot;m&oacute;vil&quot;, del 35 %, con lo que ese vocablo s&oacute;lo quedar&iacute;a hoy como la piedra de la discordia con los dirigentes agropecuarios, que ya lo tra&iacute;an aceptado antes que se desatara la controversia. Si los valores internacionales de commodities como la soja siguieran subiendo como lo ven&iacute;an haciendo hasta hace poco, el riesgo ser&iacute;a que presionaran por arrastre sobre la canasta b&aacute;sica de alimentos, al volcar a los productores hacia su cultivo en desmedro de otras actividades rurales, como el trigo, las vacas y la leche.</p><p>Pero por lo que se sabe de las intenciones de siembra, la apuesta de los hombres de campo para esta campa&ntilde;a ya hab&iacute;a descomprimido la inclinaci&oacute;n por la soja. La expectativa privada, en consecuencia, ha sido contraria al temido aumento de precio de los commodities y ello se reflejar&aacute; en el mercado de futuros, en cuanto empiece a funcionar.</p><p>No hace falta m&aacute;s que dar una recorrida por las tierras f&eacute;rtiles de la regi&oacute;n central del pa&iacute;s (Buenos Aires, Santa Fe, C&oacute;rdoba y La Pampa) para comprobar que, en muchas parcelas donde antes hab&iacute;a soja, ahora se implanta ma&iacute;z o aparecen vacunos para cr&iacute;a. </p><p>La foto anterior al conflicto entre gobierno y agro mostraba una Argentina productora de 95 millones de toneladas de granos, de los cuales la mitad era soja. Del lado interno, hay 38 millones de habitantes para alimentar, que demandan las casi 10 millones de toneladas que se procesan en los molinos.</p><p>En consecuencia, los pron&oacute;sticos del Banco Mundial sobre la incidencia que tendr&aacute; el alza de los alimentos en la generaci&oacute;n de pobreza global no deber&iacute;an dan de lleno en la realidad nacional. As&iacute; planteados el consumo dom&eacute;stico versus la provisi&oacute;n al mundo, no deber&iacute;a existir conflicto por escasez. Salvo en el caso de la leche, donde los sacos de 25 kilos que se despachan en polvo hacia Venezuela o Brasil parecen extra&ntilde;arse a la hora de ser entregado el suero a las usinas l&aacute;cteas.</p><p>Detr&aacute;s del detonante de la crisis sectorial, con ramificaciones pol&iacute;ticas de impredecible alcance futuro, que significara el t&eacute;rmino &quot;m&oacute;viles&quot; ahora en renegociaci&oacute;n, late como en las entra&ntilde;as de un volc&aacute;n que despereza de su letargo uno de los pilares del modelo econ&oacute;mico instaurado en 2002 y seguido por la administraci&oacute;n del matrimonio Kirchner: el super&aacute;vit fiscal.<br /></p>

<p><strong>Bienvenido Se&ntilde;or Gasto</strong></p><p>El bautismo de la v&iacute;spera en los atriles del ministro de Econom&iacute;a reemplazante de Mart&iacute;n Lousteau, Carlos Fern&aacute;ndez, tuvo a ese &quot;pilar&quot; como tema excluyente, aunque para destacar que hab&iacute;a aumentado m&aacute;s la recaudaci&oacute;n que el gasto.</p><p>Pero Lousteau hab&iacute;a estimado recaudar US$ 1.500 millones para el fisco con las retenciones m&oacute;viles y esos fondos ya no estar&aacute;n en las proyecciones de la caja. Aunque no por el paro agropecuario, ni porque se dejase todo como estaba antes del 10 de marzo, sino porque las cuentas del ex ministro correspond&iacute;an a las pizarras del a&ntilde;o pasado, cuando los commodities ven&iacute;an en astron&oacute;mico ascenso.</p><p>La mejor prueba de este aserto ha sido la decisi&oacute;n de muchos productores de la pampa h&uacute;meda (anterior al paro) de cambiar la ecuaci&oacute;n de campa&ntilde;a, por ma&iacute;z-ganado, trigo-soja o sorgo e incorporar en la rotaci&oacute;n semillas que se utilizan para los biocombustibles.</p><p>La insistencia con la soja se dio m&aacute;s en las &aacute;reas menos productivas para los cereales y la ganader&iacute;a, alejadas de la regi&oacute;n central o accidentadas geogr&aacute;ficamente como las mesopot&aacute;micas. Adem&aacute;s de la presencia de un l&iacute;der como Alfredo de Angeli, esta caracter&iacute;stica del cultivo explica la dureza de los productores entrerrianos en el conflicto, templados al mismo tiempo por la gimnasia de los cortes y movilizaciones que les confiriera la gesta de Gualeguaych&uacute; contra las pasteras radicadas en la otra margen del r&iacute;o Uruguay por casi dos a&ntilde;os.</p><p>Al gobierno hoy le est&aacute; faltando gran parte de los US$ 1.500 millones que esperaba recaudar con las retenciones m&oacute;viles, por la sencilla raz&oacute;n de que los precios internacionales no siguieron en alza, como ven&iacute;an, en los tramos finales de la campa&ntilde;a 2007-2008. Y &eacute;se es el intr&iacute;ngulis a resolver por la administraci&oacute;n de Cristina Kirchner.</p><p>Carlos Fern&aacute;ndez privilegi&oacute; en su informe el crecimiento de 72 % en la recaudaci&oacute;n de abril, aunque nada dijo de la inflaci&oacute;n que habr&iacute;a que descontarle para su ponderaci&oacute;n real, ni que ese mes fue &quot;sandwich&quot; en la liquidaci&oacute;n de exportaciones agr&iacute;colas, porque se volcaron las retenidas durante el paro de 21 de marzo.</p><p>El ministro esgrimi&oacute; como &eacute;xito la diferencia entre el aumento de los ingresos y el de egresos ($ 2.800 millones) y de los porcentajes de incremento de uno y otro (72 % contra 51 % de los gastos), pero el problema a resolver empieza desde las cuentas del mes en curso.</p><p>Las obligaciones asumidas por el Estado se dividen entre las puramente sociales, las referidas a la administraci&oacute;n de los precios y la inversi&oacute;n p&uacute;blica. </p><p>El aumento jubilatorio de 7,5 % explica el 36 % del incremento general. Junto con las asignaciones familiares, la cobertura asistencial del PAMI, el r&eacute;gimen de jubilaci&oacute;n anticipada y la moratoria previsional ser&iacute;an los factores inel&aacute;sticos para sacarle presi&oacute;n a la caja. Podr&iacute;an, eso s&iacute;, crearse fuentes de refuerzo para atenderlas, como la incorporaci&oacute;n de gran parte del trabajo en negro que representa la mitad de la masa laboral. Fern&aacute;ndez pas&oacute; por AFIP y sabe que el problema es de administraci&oacute;n pero tambi&eacute;n estructural que s&oacute;lo una reforma podr&iacute;a acometer.<br /></p>

<p>La inversi&oacute;n p&uacute;blica creci&oacute; 10 % y, si bien podr&iacute;an estudiarse los destinos, como hiciera Macri al echar atr&aacute;s las obras de puentes y colectoras en el parque Chacabuco, da empleo, mantiene y renueva infraestructura y cubre de alg&uacute;n modo el bache por la falta de iniciativas privadas que acompa&ntilde;en el crecimiento econ&oacute;mico en su conjunto.</p><p>El rubro que determin&oacute; otro 36 % de suba en los gastos es nada menos que los subsidios, un pilar, sino econ&oacute;mico, de gesti&oacute;n elegido por Kirchner para desarrollar su pol&iacute;tica intervencionista. Y ah&iacute; s&iacute; que habr&iacute;a tela para cortar, aunque implicar&iacute;a una redistribuci&oacute;n directa de esa carga a la sociedad y la p&eacute;rdida del control de variables que permitieron, como en el caso de la energ&iacute;a y el transporte, la argentinizaci&oacute;n de empresas, proceso en el que se dio entrada a empresarios alineados con el gobierno.</p><p><strong>Argentinos por su nombre</strong></p><p>De alg&uacute;n modo, los reemplazos accionarios de extranjeros por nacionales, como ocurri&oacute; en YPF y ahora en Aerol&iacute;neas Argentinas, destrab&oacute; actualizaciones de tarifas que ven&iacute;an postergadas desde que se puso en marcha el actual modelo.</p><p>Desde que asumiera la gerencia general de YPF Sebasti&aacute;n Eskenazi, en representaci&oacute;n del grupo local Petersen, al que posicionaron con 25 % del paquete que pose&iacute;a Repsol, algunos tipos de naftas fueron aumentados hasta 30 % sin ruido oficial, ni pomposos procedimientos de Guillermo Moreno en las refiner&iacute;as para hacer retrotraer los precios en los surtidores.</p><p>Y desde que se defini&oacute; que Aerol&iacute;neas Argentinas pase en 60 % al empresario rioplatense L&oacute;pez Mena, de Buqueb&uacute;s, hubo dos retoques tarifarios que se les ven&iacute;an negando a los espa&ntilde;oles de Marsans: 18 % hace un mes entre 10 y 20 % a partir de ma&ntilde;ana, seg&uacute;n se public&oacute; en el Bolet&iacute;n Oficial. </p><p>Al haber versiones de que Metrogas podr&iacute;a ser tambi&eacute;n &quot;argentinizada&quot; (de hecho no se le aprueba el esquema financiero elaborado por su actual conducci&oacute;n), entra en tela de juicio el valor que se cobra por el gas en las redes, lo mismo que sucede con el de la electricidad, cuyos operadores est&aacute;n alineados en parte (como el caso de Pampa Holding con Edenor) aunque resta definir el destino de Edesur. </p><p>El ajuste en ciernes para los servicios p&uacute;blicos, incluido el transporte, significar&iacute;a trasladar a la tarifa la parte proporcional del subsidio que decida desafectarse, lo cual no sucedi&oacute; a principios de a&ntilde;o, cuando se subieron colectivos, trenes y subte sin restarse la incidencia de la transferencia a las empresas prestadoras.<br /></p>

<p>La entrada en vigencia del nuevo &iacute;ndice de inflaci&oacute;n del INdEC permite realizar estos movimientos sin traccionarlo y obligar al secretario de Comercio a dar volteretas estad&iacute;sticas. Pero al incidir en la estructura de las empresas y en los bolsillos de los particulares determina demandas sobre precios y salarios, o sea, sobre la llamada espiral inflacionaria.</p>
<p>En el caso de los alimentos, que son subsidiados con el argumento de evitar que reciban el impacto del encarecimiento internacional, el problema radicar&aacute; en encontrar una pol&iacute;tica que evite exacerbar la pobreza, pero a la vez que racionalice las transfusiones de recursos que el Estado hace en la cadena de valor para detener las alzas. </p>
<p>Las modificaciones de largo plazo que se implementen en los mercados intervenidos, como el de las carnes y leche, concluir&aacute;n implicando, tambi&eacute;n, que los consumidores vayan absorbiendo mayores precios finales, al menos para productos no populares. O sea, los que quedaron fuera del ojo del INdEC.</p>
<p>El ojo vigilante oficial, seguramente, en ese caso, habr&aacute; de desplazarse hacia otros integrantes de la cadena productiva de alimentos re&ntilde;idos con la canasta b&aacute;sica encuestada. </p>
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