Cesario convocó a mirar el largo plazo

Al hablar ante la prensa especializada, el presidente de la Asociación de Bancos de la Argentina, Claudio Cesario, felicitó al gobierno por el preacuerdo con Repsol y la oportunidad de reabrir el financiamiento a proyectos productivos de inversión de mediano plazo.

29 noviembre, 2013

El dirigente de ABA expresó su visión sobre la oportunidad que tiene el país a futuro y la necesidad de recrear la confianza mutua entre los distintos actores económicos, pertenezcan al sector público o privado y aclaró que “si los bancos no prestan los ahorros que reciben de sus clientes no son rentables y, si no lo son, el final de la historia ya la conocen por haberla vivido”.

 

Apeló a la elocuencia de las cifras del sistema: los depósitos del sector privado hoy alcanzan a $500 mil millones, mientras que los préstamos al sector privado suman $470 mil millones.

 

“Dado que la principal fuente de fondeo son los depósitos, y que se inmoviliza una parte de los mismos como encajes, se puede ver que los bancos prestan todos los recursos que tienen disponibles”, dijo.

 

Aseveró en consecuencia que “para zanjar la cuestión, podemos afirmar que no existe capacidad prestable ociosa en el sistema y quien es sujeto de crédito, no tiene inconvenientes a la hora de solicitarlo”.

 

Añadió que si se mira la demanda se trate de individuos, Pymes o grandes empresas, para conseguir un préstamo, todos tienen que ser sujeto de crédito, lo que básicamente significa que puedan en tiempo y forma pagar los intereses y el capital del mismo. De lo contrario estaríamos faltando a la confianza de quienes nos entregan sus ahorros.

 

Ganancias

 

Si bien el resultado del sistema financiero septiembre/septiembre 2013 alcanzó un resultado de casi $24 mil millones, esta cifra debe entenderse dentro de la nominalidad de nuestra economía, respondió a las afirmaciones de las ganancias de los bancos.

 

“Si lo comparamos con su patrimonio neto que es el capital con el que las entidades operan y en el cual han invertido durante años, las ganancias promedio de las entidades son del 26%, una cifra acorde con el crecimiento nominal de la economía y al decir promedio sistema me refiero a que algunos ganaron más y otros menos”, enfatizó.

 

Informó que “la rentabilidad promedio nominal del sector en los últimos diez ejercicios fue de 11,3%, alcanzando al 11,8% para los bancos privados. Si esa rentabilidad del 11,3% promedio se ajustara por el índice de precios del INDEC, se ubicaría en el 2,3% y tendría signo negativo de -1,9% si se utilizara el índice de precios implícitos en el PBI”, añadió.

 

Concluyó que un sistema financiero rentable genera mayor cantidad de puestos de trabajo, paga sueldos acorde a su productividad, y además respalda el crecimiento sostenido de la economía.

 

Sobre el rol de la banca, leyó una parte del discurso del Presidente de Colombia Juan Manuel Santos, el 5 de junio pasado:

 

“Hay quienes dicen que cuando a los bancos les va bien sólo les va bien a los banqueros. Se equivocan. Cuando a la banca le va bien, al país le va bien. La banca ha sido un factor de estabilidad para nuestra economía, durante la última crisis internacional y la lenta recuperación posterior. Ha sido también uno de los sectores que ha sostenido el crecimiento económico en los últimos años y lo ha financiado sin restricciones. Además es uno de los sectores que genera empleo ciento por ciento formal y es un pilar de la formalización de la economía. Hay que entender que una banca fuerte hace a cualquier país más fuerte”.

 

En este orden de ideas en el 2012, el sistema aportó $23.000 millones al fisco, un monto nada despreciable por su importancia y magnitud.

 

A su vez, pagó más de $ 20.000 millones en concepto de remuneraciones (sin cargas sociales), beneficiando a casi 100.000 personas.

 

Cerrando el punto, esto significa que los bancos aportan al fisco una suma similar a la que destina al pago de salarios y a su propia rentabilidad.

 

Reflexiones

 

Para el sistema, el gran desafío pasa por crear las condiciones necesarias para que el ahorro de los argentinos se vuelque a los bancos, haciendo crecer su punto flojo que es su reducido tamaño, manifestó.

 

Para que en el 2020 la relación préstamos al sector privado/PIB sea del 24%, el sistema necesitaría capitalizar unos $33.000 millones. Y es aquí donde el componente ahorro juega un papel clave.

 

“Sabemos que es un tema de confianza. Pero también estamos convencidos que cuando se pueda superar esta valla se retomará el círculo virtuoso del “ahorro-crédito-inversión”, se esperanzó.

 

“Crecimiento que debe ser necesariamente complementado con el desarrollo de un mercado de capitales que financie a largo plazo las necesidades que el país requiere”, redondeó.

 

Por eso, reiteró que ABA considera muy importante el abordaje que el gobierno está encarando de los diversos temas que hacen al posicionamiento del país frente al ámbito internacional.

 

Todo ello dirigido sin dudas hacia la recuperación de la confianza interna y externa y a la recreación de las condiciones para seguir creciendo.

 

En ese sentido fue que felicitó al gobierno nacional por haber alcanzado con Repsol un preacuerdo por el 51% de las acciones de YPF.

 

“Creo que es una muy buena señal que permite comenzar a despejar el camino y con decisión encarar en forma conjunta la solución del resto de la cuestiones pendientes, que seguramente permitirán al país obtener, en el mediano plazo, el financiamiento necesario para encarar los importantes proyectos de inversión en infraestructura, energía, minería y en el resto de los sectores productivos que permitan generar riqueza y desarrollo a nuestro país”, sostuvo.

 

Otro factor que debe considerarse hacia el futuro es la presión impositiva sobre el conjunto de la economía.

 

Argentina tiene en la actualidad la tasa más alta de la región: aumentó del 21 al 37% del PBI entre 2001 y 2012.

 

Lo grave es que por cada punto de aumento que se da en la presión tributaria, el país deja de crecer 0,2 puntos del PIB.

 

Esto combinado con los actuales niveles de inflación, atenta contra la competitividad general de la economía y el logro de las inversiones que se necesitan.

 

Por otra parte, los “fundamentals” de la economía argentina están vigentes para seguir creciendo y consolidar lo realizado hasta el presente.

 

La mayoría de los sectores económicos muestran signos de crecimiento para el año que viene.

 

En este punto deseo concluir con algunas reflexiones:

  • Resulta clave alinear fuerzas y trabajar con una visión de largo plazo.
  • Es necesario recrear la confianza mutua entre los distintos actores económicos, pertenezcan al sector público o privado.
  • Es fundamental lograr el compromiso de los dirigentes para encarar una administración racional de los conflictos, que puedan surgir.

 

  • Para todo esto, es necesario actuar con inteligencia para generar y distribuir la riqueza de manera adecuada.

 

ABA, como siempre lo ha hecho, se compromete a seguir trabajando en esta visión y reitera la predisposición de sus bancos asociados a colaborar para mejorar cada vez más las políticas públicas en relación con nuestro sector.

 

Si como sociedad pudiéramos lograr una mayor integración y creación de capital social, estimo se aliviarían los problemas que ocupan la mayoría de nuestras agendas y energías y el país en su conjunto se vería ampliamente beneficiado.

 

 

 

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