Decisión británica desaira a Estados Unidos
El ministro de economía (Chancellor of the Exchequer) de Gran Bretaña, George Osborne anunció hoy (12 de maro de 2015) que su país ha decidido convertirse en miembro fundador del Asian Infrastructure Investment Bank (AIIB). Con ese paso, Gran Bretaña es el primer país importante del mundo Occidental en unirse al AIIB y desaira a Estados Unidos.
Cuando comience a operar, el AIIB facilitará el acceso a financiación para proyectos de infraestructura en Asia, usando una variedad de medidas de apoyo—préstamos, inversiones de capital y garantías – para aumentar la inversión en toda una serie de sectores, como transporte, energía, telecomunicaciones, agricultura y desarrollo urbano. Ese apoyo puede complementar el trabajo ya hecho en la región por bancos de desarrollo multilateral, como el Banco Mundial y el Banco de Desarrollo Asiático.
La noticia no cayó muy bien en la Casa Blanca, donde se considera que el AIIB puede convertirse en rival del Banco Mundial. Esta es una rara jugada de uno de los aliados más incondicionales de Estados Unidos, que como miembro fundador se convierte en el primer país del grupo de los 7 en sumarse a una institución lanzada por China el pasado mes de octubre.
La relación especial entre Estados Unidos y Gran Bretaña ha sido la columna vertebral de la política occidental durante muchos años. En este caso, a Estados Unidos le preocupa que China esté intentando instalar una nueva generación de bancos internacionales de desarrollo que puedan enfrentarse a las instituciones globales con sede en Washington. Estados Unidos ha hecho fuerte lobby entre los aliados par4a que no se unan al AIIB.
Obama ha dicho que no se opone al AIIB, pero su administración teme que el banco se convierta en un instrumento de política exterior china si ese país termina teniendo poder de veto sobre las decisiones del banco.
