Director del FBI confirmó investigación en curso

James Comey, director del FBI, acaba de hacer estallar una bomba: por primera vez confirmó que el FBI está investigando conexiones entre allegados a Trump y Rusia. Así comienza Vox el relato de lo ocurrido en las últimas horas.

20 marzo, 2017

“El FBI está investigando la naturaleza de cualquier vínculo entre individuos asociados con la campaña de Trump y el gobierno ruso y si hubo algún tipo de coordinación entre la campaña y los esfuerzos de Rusia”, dijo Comey.

Las palabras de Comey fueron un reproche directo al presidente Trump, quien desde hace mucho intenta argumentar que las preocupaciones sobre un supuesto involucramiento ruso  habían sido inventadas por los demócratas para beneficio político propio. Comey dice ahora que su propio jefe indujo a error al pueblo norteamericano y que se está investigando si se ha cometido un crimen.

Es importante advertir que todavía no hay evidencia – como incluso los

demócratas han puesto mucho cuidado en aclarar —  de que la campaña de Trump haya conspirado con el Kremlin para dañar a Hillary Clinton y ayudarlo a llegar a la Casa Blanca.

Sin embargo, es indudable que los comentarios de Comey, hechos durante un testimonio dado ante la Comisión de Inteligencia de la Casa de Representantes,  altera la paz de la administración Trump.

Hasta ahora, mucho humo, pero sin evidencia, no hay fuego.

Investigadores de contrainteligencia del FBI cuentan con enormes recursos a su disposición y están en muy buena posición para encontrar pruebas de coordinación entre la campaña y Moscú si es que existen.

Por su parte, el Presidente Trump, se pasó la mañana de hoy lunes negando que haya una historia real.

 

Tweet a las 7:49AM- 20 marzo 2017 Los demócratas inventaron y difundieron el cuento de Rusia como excusa para justificar una campaña terrible. ¡Gran ventaja en el Colegio Electoral y perdieron!

 

 

Esto, al menos por ahora, es claramente falto. La investigación del FBI significa que la historia de Rusia no fue fabricada y no va a desaparecer.

Lo que se sabe sobre los lazos de la campaña Trump con Rusia

Los rumores comenzaron cuando se supo del hackeo a la Comisión Nacional Demócrata en junio 2016. Las sospechas cayeron sobre Rusia casi inmediatamente dada la línea pro Rusia adoptada por Trump para la política exterior y la vieja costumbre de Rusia  de interferir en elecciones occidentales.

 

. A medida que los emails hackeados de los aliados de Clinton continuaban filtrándose a la prensa de forma que parecía diseñada para dañar su campaña, esas sospechas se hicieron más fuertes.

En este punto, la evidencia de que Rusia es responsable es bastante concluyente. Varias firmas de ciberseguridad privadas han ligado partes del código del hackeo a operaciones rusas conocidas; Hay consenso entre la comunidad de la inteligencia norteamericana de que la operación rusa estaba destinada en parte a ayudar a Trump.

Aquí la pregunta del millón es ésta: ¿Trump, o alguien de su equipo, Sabían sobre el hackeo a Cinton mientras estaba ocurriendo? ¿Planearon la estrategia, centrada en “Clinton la deshonesta” y sus emails, confiando en la interferencia rusa?

Hay evidencia circunstancial. Paul Manafort, quien fue administrador de la campaña de Trump en el día en que se hicieron públicos los primeros emails, tiene viejos lazos con el estado ruso. Él renunció a finales de agosto, junto en el medio de la campaña, cuando se descubrió un libro contable secreto con su nombre donde se sugería que había recibido silenciosamente US$ 12,7 millones entre 2007 y 20012 del ex presidente pro ruso de Ucrania Viktor Yanukovych.

En agosto, el viejo operador político conservador y gran confidente de Trump dijo que estaba en contacto con WikiLeaks, la fuente a través de la cual Rusia dio a conocer los mails hackeados al público. El 2 de octubre lanzó un tweet que daba a entender que tenía conocimiento de que  WikiLeaks estaba a punto de torpedear la campaña de Clinton:

Roger Stone @RogerJStoneJr

Wednesday@HillaryClinton is done. #Wikileaks.

1:52 AM – 2 Oct 2016

 

 Cinco días después WikiLeaks difundió la primera tanda de emails hackeados del director de campaña de Clinton, John Podestá.

Trump mismo parecía alentar la participación rusa en la elección. En una conferencia de prensa de julio 2016, pidió públicamente  a Rusia que hackeara  a Clinton y publicara los emails de su servidor privado.

Con todo esto y  mucho más puesto junto dos cosas son claras. Primero, que un número desconocido de operativos de la campaña de Trump y de gente allegada a Trump estuvieron en contacto con agentes del gobierno ruso. Segundo, el campamento Trump no tuvo ningún problema con la interferencia rusa en la elección y a veces parecía celebrarlo.

 

Lo que no se sabe es si hay alguna conexión entre ambas cosas, o sea, si el campamento Trump sabía del hackeo ruso  mientras se estaba realizando o si trabajó con el Kremlin para dispararlo. No hay confirmación que sostenga esto. Pero, ahora se sabe, el FBI, está investigando a fondo.

 

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