Muerto el rey, viva el rey

Para la líder mundial en sistemas de afeitar, la innovación constante es algo más que un principio o un eslogan: para matar a la exitosísima Sensor, invirtió 10 años y US$ 750 millones. El resultado es Mach3 que, por estos días -con bastante retraso respecto de Estados Unidos y Europa, sobre todo en la era de la globalización-, se pone a la venta en la Argentina. Sus directivos explican aquí la lógica de semejante estrategia, no exenta de grandes riesgos.

17 noviembre, 2012

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