El pequeño imperio holandés

El vino, las frutas, los granos, la ganadería y el turismo son las áreas elegidas por una empresa familiar holandesa, que factura US$ 3.500 millones anuales en su país, para invertir cerca de US$ 100 millones en la Argentina. En todos sus negocios locales, el grupo apunta a la exportación. Acaba de inaugurar una bodega, confiando en que hay buenas posibilidades de que los vinos argentinos se conviertan en una moda en el mercado internacional. Con la misma filosofía, desarrolla un negocio casi inexplorado en el ámbito local: la cría de búfalos, cuya carne es apreciada ­y generosamente cotizada­ en Europa. El ex presidente de Peñaflor, Carlos Pulenta, está a cargo de los negocios del grupo en la Argentina.

17 noviembre, 2012

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