Mucha tela para cortar
Fue la primera víctima de la avalancha importadora desatada a principios de los noventa. Alzó su voz de protesta ante la competencia desleal y la respuesta de las autoridades llegó en septiembre de 1995. Ahora después de la tormenta la industria textil argentina busca su perfil exportador, proyecta su papel en el Mercosur y reclama definiciones claras al gobierno. El último lustro de los noventa la encuentra reconvertida y concentrada; con sectores crecientemente endeudados, pero exportando; relativamente protegida frente al dumping externo, aunque desamparada frente a las aduanas paralelas.
17 noviembre, 2012
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