La promesa del continente africano se torna realidad
La sostenida expansión regional está generando sustanciales corrientes que muchas empresas a menudo pasan por alto. Nuevas proyecciones evidencian por lo menos tres categorías que, juntas, podrían significar hacia 2020 ingresos por US$ 2,6 billones anuales. Este proceso fomentará nuevos mercados lo bastante grandes como para atraer multinacionales privadas.
29 julio, 2011
<p>Al respecto, el instituto global McKinsey (MGI) produjo el informe<em> “Leones en acción: avances y potencial de las economías africanas”</em>, un título elocuente. El trabajo examina las perspectivas del continente en materia de comercio al detalle, telecomunicaciones, banca minorista, agricultura, recursos naturales e infraestructura.<br />
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Los sectores orientados a la demanda del público, consumo inclusive, ofrecen hoy las mayores oportunidades. Por ejemplo, crecen dos a tres veces más rápido que en los 24 países de la Organización pro Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE, cuya estrella declina). La expansión africana, sin duda, fomentará nuevos mercados lo bastante grandes como para atraer multinacionales privadas, no ya sólo empresas públicas. <br />
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Para empezar, la agricultura involucra un enorme potencial para compañías que busquen crecer en su larga cadena de valor agregado. Con 60% de las tierras arables del mundo no aprovechadas y escasos rindes de cosechas, África está madura para una “revolución verde” como las que han transformado Brasil o Asia meridional y oriental.<br />
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Las barreras a la producción o la productividad son complejas y harto conocidas. Si lograsen superarse, algo nada fácil, el MGI estima que la explotación agrícola pasaría de US$ 280.000 millones anuales calculados en 2010 a 500.000 millones en 2020 y 880.000 millones hacia 2030.</p>
<p><strong>Materias primas</strong><br />
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También los recursos naturales tienen horizonte favorable, según lo ve este estudio. A su criterio, el continente puede continuar expandiendo de 2 a 4% anual el volumen de hidrocarburos y la mayoría de los minerales. A precios corrientes, ese crecimiento elevará el valor de lo extraído. En la actualidad, su total alcanza US$ 430.000 millones anuales y podría tocar los 540.000 millones en 2020. <br />
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Finalmente, el MGI vislumbra oportunidades para empresas en materia de infraestructura. Actualmente, los Gobiernos y la incipiente iniciativa privada, juntas, invierten unos US$ 72.000 millones anuales por esa vía. Pero las necesidades insatisfechas son vastas y exigen no menos de US$ 46.000 millones adicionales en gastos por año. La meta podría lograrse a través de mayores inversiones estatales, mixtas y privadas, sin excluir reformas que mejoren la eficiencia operativa en una gama de sectores. <br />
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En 2008, el producto bruto regional de África sumaba US$ 1,6 billones, cifra similar a las de Brasil o Rusia. No obstante, en 2000/08 se acentuó el impulso en 27 de 30 economías. En ese mismo lapso, los recursos naturales aportaron apenas 24% a la expansión del PB regional.</p>
<p><strong>Clase media y urbana</strong><br />
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Sin mencionar el socio dominante en varios países grandes, China, el MGI retoma una idea típica de la OCDE: “el futuro crecimiento del continente depende de aumentar los vínculos con el sector privado de la economía global”. Obviamente, la clave reside en el incremento de demanda por materias primas y sus insumos, fenómeno que explica un acceso a capitales externos que ha ido de US$ 15.000 millones en 2000 al pico de 87.000 millones en 2008.<br />
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En el trienio 2007/09, la tasa de retorno sobre inversiones externas directas en África creció a mayor ritmo que las de otras zonas subdesarrolladas del planeta. Al presente, por otra parte y según el MGI, cada año más economías africanas ofrecen oportunidades de crear mercados, ubicar marcas, conformar sectores e influir en las preferencias del público, pese a la alta proporción de gente que tiene los ingresos más exiguos del mundo.<br />
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Sea como fuere, actualmente 40% de los africanos habitan áreas urbanas, proporción que, según la OCDE, se acerca a la de China. A su vez, el MIG supone que las familias con entradas “discretas” pude elevarse 50% durante los próximos 10 años para llegar a 128 millones. Ulteriormente, hacia 2030 las 18 mayores ciudades podrán totalizar un poder de compra cercano a US$1,3 billones.</p>