Espacio publicitario
La dificultad y la incertidumbre son inevitables, pero no tienen por qué aniquilar un negocio. Para reaccionar de la mejor manera posible ante una catástrofe, hay que comenzar a trabajar mucho antes de que ocurra. Hay que diseñar un plan lo más comprensivo posible, preparar al personal y luego ensayar las respuestas.
Cuando una empresa desarrolla la capacidad para manejar una crisis antes de que llegue, tiene grandes posibilidades de sobrevivirla cuando aparezca. Esa capacidad debería ser lo suficientemente amplia como para cubrir cualquier tipo de sorpresas: interrupción de operaciones, cíber-ataque, accidente, desastre natural, crimen, ataque terrorista, pandemia,...