La vida y el trabajo en el nuevo milenio

El desempleo afecta a millones de personas, pero las empresas ­incluso las más grandes­ se enfrentan al desafío creciente de retener al personal calificado. No es la única paradoja que aparece en el horizonte del recién estrenado segundo milenio. En las páginas que siguen, los lectores encontrarán una docena de artículos enfocados en los cambios previstos en el escenario mundial que tendrán un impacto directo en el modo en que la gente vive y trabaja. Se anticipa, por ejemplo, que antes de que concluya esta década, alrededor de la mitad de la fuerza de trabajo norteamericana será virtual, es decir, no estará físicamente presente en las oficinas o plantas de su empleador. En un futuro donde todo parece proyectado en grandes dimensiones, tendrán un lugar de privilegio las técnicas de miniaturización: microchips y nanorobots serán denominaciones de uso corriente. También surge una notable contradicción entre las tendencias al consumo de bienes cada vez más caros y sofisticados por parte de una clase media con más recursos y tiempo libre y una emergente cultura de la austeridad, que promueve un explícito rechazo a los excesos de la tecnología. Y la mayor de todas las paradojas alude a una cuestión elemental de supervivencia: mientras la nueva economía promete prosperidad y mayores oportunidades, el mundo se enfrenta a la aterradora posibilidad de que la escasez de agua potable (debido a la contaminación y al mayor consumo) adquiera proporciones de catástrofe.

17 noviembre, 2012

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