La renovación de las armas

Este año, las principales cadenas superarán holgadamente la barrera de los US$ 2.000 millones de facturación. Ese volumen las habilita para abrir las puertas a una nueva etapa en la evolución del comercio minorista. De ahora en más, ya no dependerán sólo del poder de compra, sino también de la profundización de sus programas de marcas propias -que permitan aumentar los bajos márgenes con que opera el sector- y la incursión en nuevos formatos.

17 noviembre, 2012

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