Mujeres al mando: en realidad, las empresas las necesitan cada vez más

“La discriminación de género no es sólo problema de imagen. Varias investigaciones señalan que puede tener implicaciones adversas en el desempeño y los resultados de una organización. Algunas ya encaran programa para atenuar disparidades en favor de los varones”. Así comienza un análisis encarado por Georges Desvaux, Sandrine Hoellinger y Mary Meany, de la consultoría McKinsey.

28 enero, 2009

<p>Por cierto, en las econom&iacute;as centrales las mujeres han logrado avances substanciales en el curso de recientes d&eacute;cadas. No obstante,&rdquo;sigue siendo cierto que, cuanto m&aacute;s alto se llega en una compa&ntilde;&iacute;a o banco, va bajando la proporci&oacute;n de ejecutivas&rdquo;.</p>
<p>Sin embargo, algunas firmas han encarado con &eacute;xito planes para mayor incorporaci&oacute;n, retenci&oacute;n y promoci&oacute;n de elementos femeninos. Una cantidad de iniciativas tienden a asegurar que las pol&iacute;ticas de recursos humanos no discriminen a las mujeres, alienten mentores y grupos, definan (y supervisen desde arriba) medidas pro diversidad de g&eacute;neros y encuentren f&oacute;rmulas para equilibrio entre trabajo y vida.&nbsp; </p>
<p>Este tipo de cambios tiene su precio, pero tambi&eacute;n representa ventajas. Por encima de todo, si la imagen y la marca redunda en beneficio de la imagen social empresaria. Investigaciones en la Uni&oacute;n Europea y Estados Unidos revelan, por ejemplo, que las estructuras con m&aacute;s mujeres en estamentos superiores obtienen mejores resultados en lo financiero y contable. Tomarlas y mantenerlas en sus cargos, asimismo, aumenta la disponibilidad de profesionales en una fase caracterizada por escasez de personal clasificado en varios sectores. </p>
<p><strong>N&uacute;meros poco gratos<br />
</strong>&nbsp;<br />
Pocas llegan a ejecutivas, en verdad. En la UE (veintisiete miembros), representan apenas 11% de participaci&oacute;n en directorios y juntas supervisoras. En EE.UU., menos de un tercio de 1.500 empresas l&iacute;deres ten&iacute;an en 2006&nbsp; alguna mujer en sus elencos superiores, seg&uacute;n encuestas efectuadas por las universidades de Columbia y Maryland.</p>
<p>En otras partes del planeta las cifras son todav&iacute;a m&aacute;s desalentadoras. Por ejemplo, en la patriarcal Surcorea 74% de compa&ntilde;&iacute;as y bancos no ten&iacute;a en 2007 una sola ejecutiva superior. Las autoras estiman que esos extremos ser&aacute;n insostenibles a largo plazo y no solamente por injustos.</p>
<p>Por cierto, muchos pa&iacute;ses y sectores sufren ya en todo nivel un d&eacute;ficit de gente capaz que ir&aacute; empeorando. Hacia 2040, en la UE faltar&aacute;n 24 millones de trabajadores entre 15 y 65 a&ntilde;os. Elevar la proporci&oacute;n femenina, pues, reducir&aacute; la brecha a&nbsp; tres millones. En EE.UU., la jubilaci&oacute;n de una masa que naci&oacute; entre 1946 y 1953 significar&aacute; que las empresas pierda creciente n&uacute;mero de personal superior o experimentado en un lapso relativamente breve. Hacia 2012, un quinto de poblaci&oacute;n activa (m&aacute;s de 16 a&ntilde;os) cumplir&aacute; 65 y la tendencia proseguir&aacute; hasta 2018.</p>
<p>Los desajustes entre capacitaci&oacute;n y empleo tambi&eacute;n suelen mermar la mano de obra profesional. En Gran Breta&ntilde;a, los sectores con predominio masculino y d&eacute;ficit de oferta laboral abarcan, entre otros, ingenier&iacute;a y tecnolog&iacute;a inform&aacute;tica. No obstante, 70% de mujeres con grados o preparaci&oacute;n en ambos campos, ciencias, etc., no est&aacute; trabajando en ellos.</p>
<p>Aparte de permitir a las compa&ntilde;&iacute;as cubrir brechas de personal capacitado, la diversidad de g&eacute;nero atrae y retiene mujeres aptas para otros fines o negocios. As&iacute;, un estudio de la Comisi&oacute;n Europea (Bruselas) demuestra que 58% de firmas con programas de diversidad sexual logran mayor productividad y 62% admite que esas iniciativas ayudan a detectar y contratar ejecutivas valiosas. </p>
<p><strong>Desempe&ntilde;o empresario<br />
</strong>&nbsp;<br />
En los &uacute;ltimos a&ntilde;os, McKinsey ha profundizado ampliamente en materia de relaciones entre desempe&ntilde;o organizacional/financiero y cantidad de jer&aacute;rquicas en las compa&ntilde;&iacute;as examinadas. Sus investigaciones indican, primero, que las mejor ubicadas en nueve aspectos relevantes &ndash;desde liderazgo hasta responsabilidad- tienden a mostrar mayores m&aacute;rgenes operativos. </p>
<p>En segunda instancia, en empresas que dan informaci&oacute;n sobre sistemas de management superior, aqu&eacute;llas con tres o m&aacute;s mujeres en elencos gerenciales obtienen m&aacute;s puntos seg&uacute;n esos nueve criterios organizacionales. Esto es, respecto de firmas sin mujeres en niveles decisorios.&nbsp; </p>
<p>Aunque los an&aacute;lisis complementarios efectuados no revelen nexos causales entre ambos factores, otros trabajos de campo aportan argumentos favorables a la diversidad de g&eacute;nero. De esta manera, investigaciones encaradas en Columbia y Maryland apoyan esas presunciones. Empleando datos recogidos de 1992 a 2006, Cristi&aacute;n Desz&ouml; y David Ross prueban &ldquo;una notoria conexi&oacute;n entre retornos sobre activos e inversiones &ndash;por un lado- y presencia femenina en la direcci&oacute;n superior.</p>
<p>Por ende, los dos expertos llegan a conclusiones claras. &ldquo;Detectamos evidencias (afirman) de que participaci&oacute;n femenina en altos estamentos mejora el desempleo empresario. Y no se trata de casos aislados&rdquo;.</p>
<p><strong>Recursos humanos</strong> </p>
<p>Sea como fuere, emplear y promover m&aacute;s mujeres implican factores para organizaciones de todo tama&ntilde;o y tipo en el sector privado. McKinsey y otras consultor&iacute;as creen que ciertos puntos b&aacute;sicos pueden mejorar oportunidades de negocios.</p>
<p>Los procesos internos para detector personal de alto potencial, verbigracia, a menudo se restringen a ejecutivos entre 28 y 35 a&ntilde;os de edad. Expandir par&aacute;metros para contabilizar lapsos que las mujeres deben dedicar a la maternidad &ndash;en la UE llegan a los dos a&ntilde;os- asegurar&iacute;a que los sistemas evaluatorios de recursos humanos no dejen de lado a ejecutivas bien calificadas.</p>
<p>Entidades como JP Morgan Chase han organizado el adiestramiento de quienes seleccionan y manejan personal, con el objeto de destacar la importancia de la diversidad y sacar a luz prejuicios de g&eacute;nero. En combinaci&oacute;n con un compromiso en m&aacute;ximo nivel para tomar y retener mujeres, esto ha determinado una fuerte tendencia a retener y promover mujeres. En 2008, ella representan ya 48% del management y 27% del superior, contra 19 y 8% en 1996.</p>
<p>En una compa&ntilde;&iacute;a de la UE, cuyo negocio se centra en lo t&eacute;cnico y privilegia las ventas, apenas 5% de pedidos de empleo &ndash;generados por un aviso especifico- ven&iacute;an de mujeres. Reemplazando la foto masculina por la de una ejecutiva y pasando el enfoque de lo agresivo a lo innovador, fue posible aumentar a 40% del total las respuestas femeninas.</p>
<p><strong>Mentores, etc.<br />
</strong>&nbsp;<br />
Los programas de capacitaci&oacute;n y adiestramientos basados en mentores facilitan la acci&oacute;n y el &eacute;xito de las mujeres, alent&aacute;ndolas a ascender en la grilla gerencial o buscar otros nichos. Investigaciones internas en Hewlett-Packard &ndash;donde en 2005 Carleton Fiorina&nbsp; fue v&iacute;ctima del machismo- muestran que ella solicitan empleo si est&aacute;n seguras de reunir 100% de los requisitos planteados. En tanto, los varones de animan solo con 60%.</p>
<p>De igual manera, Lloyd&rsquo;s TSB descubri&oacute; que, si bien las mujeres tienen 8% m&aacute;s de posibilidades que los hombres en cuanto a satisfacer o exceder expectativas, se abstienen de buscar ascensos. Pero, hoy, los directivos del banco deben alentar a las m&aacute;s talentosas a trepar la escala jer&aacute;rquica, v&iacute;a preparaci&oacute;n y programas sucesorios internos que incluyen mujeres. </p>
<p>Gracia a ello a la institucionalizaci&oacute;n de mentores, la proporci&oacute;n de puestos ejecutivos en manos femeninas ha ido creciendo de 15% en 1998 a 39% en 2007. Adem&aacute;s, la entidad financiera tiene cuatro mujeres (44,4%) en un comit&eacute; ejecutivo de nueve miembros.</p>
<p>En oriente es otro cantar. La japonesa Nissan &ndash;antes de aliarse con&nbsp; Renault- inici&oacute; en 2004 un programa dedicado a preparar mentores y educar gerentes. A 2008, ha elevado de 36 a 101 la cantidad de ejecutivas superiores. Si bien eso representa apenas un magro 4% en el total, es una notable mejora para los par&aacute;metros locales.</p>
<p>Los esfuerzos para capacitar e incorporar mentores no se limitan a empresas ni bancos. En Gran Breta&ntilde;a, por ejemplo, existe una iniciativa auspiciada por el panel londinense l&iacute;der (FTSE 100 cross-company programme ). Re&uacute;ne directores ejecutivos de las mayores cotizantes, empresas p&uacute;blicas y estamentos de conducci&oacute;n femeninos. Unos treinta ejecutivos act&uacute;an como mentores, supervisando carreras, aconsejando, guiando y presentads sus &ldquo;alumnas&rdquo; a colegas. La idea es preparar candidatas para llegar a la c&uacute;pula. </p>
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