La historia de los zapatos interesantes

Lo que sigue es una anécdota dentro de un libro de Robert I. Sutton, titulado Good Boss, Bad Boss: How to Be the Best…and Learn from the Worst. Buen jefe, mal jefe, cómo ser el mejor y aprender del peor.

8 octubre, 2010

<p>Esta historia me la cont&oacute; sobre su jefe un gerente durante el receso de un taller que dirig&iacute; el a&ntilde;o pasado sobre c&oacute;mo ser jefe en tiempos dif&iacute;ciles.</p>
<p>Una secretaria en su oficina se acerc&oacute; al vicepresidente y le pregunt&oacute;: &ldquo;&iquest;Para cu&aacute;ndo los despidos?&rdquo; El jefe se qued&oacute; pasmado. No ten&iacute;a la menor idea de c&oacute;mo hab&iacute;a ella descubierto que hab&iacute;a planes de hacer muchos despidos: la decisi&oacute;n se acababa de tomar y se hab&iacute;an hecho denodados esfuerzos para mantenerla en secreto. <br />
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Cuando el sorprendido vicepresidente le pregunt&oacute; c&oacute;mo lo sab&iacute;a, la secretaria le contest&oacute; que cuando hab&iacute;a malas noticias en la gatera, &eacute;l no consegu&iacute;a mantenerle la miada a la gente. Este vicepresidente era una de esas personas que tienen alg&uacute;n h&aacute;bito o tick dque revela cuando est&aacute;n escondiendo algo (en este caso, una mala noticia). La frase en c&oacute;digo entre el personal era &ldquo;el jefe tiene hoy zapatos interesantes&rdquo;. <br />
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La historia de los zapatos interesante refleja un tema que disgintue al mejor jefe del peor. Si usted es jefe, su &eacute;xito depende de que pueda estar en sinton&iacute;a con lo que los dem&aacute;s piensan de usted. Los jefes que persistentemente fomentan desempeo y humanidad dedican mucha energ&iacute;a a leer y responder ante los sentimientos y acciones de los seguidores, y tambi&eacute;n de superiores, pares y clientes. Claro que no hay una f&oacute;rmula m&aacute;gica para definir a un buen jefe. Las actividades son demasiado complejas, variadas, confusas e impredecibles para ser englobadas en un solo tema, eslogan o serie de pasos.<br />
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Sin embargo, algunas habilidades son m&aacute;s importantes que otras. Desarrollar conciencia de la propia persona deber&iacute;a estar en el primer lugar de la lista. Cuando no se la tiene, se corre el riesgo de sobreestimar las propias habilidades en casi todo, desde debatir hasta entrevistar o tener sentido del humor. La concienca del propio yo ha sido reconocida por muchos estudiosos como una condici&oacute;n que comparten los mejores: conocen sus fortalezas, sus debilidades y temen ante los peligros que pueden debilitar su desempe&ntilde;o. En lo que se refiere a jefes, todos deber&iacute;an darse cuenta que en alg&uacute;n momento pueden estar en la situaci&oacute;n de tener &ldquo;zapatos interesante&rdquo;Los mejores reducen el riesgo del autoenga&ntilde;o tratando en todo momento de averiguar c&oacute;mo los dem&aacute;s leen sus movimientos o acciones. Hacen preguntas y piden informaci&oacute;n aunque sepan que &eacute;sta puede no gustarles.</p>
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