Waksal, ex ImClone Systems, sentenciado a siete años

Samuel Waksal, fundador y ex CEO del laboratorio ImClone Systems, fue sentenciado a siete años y tres meses de presión por “insider trading” y otros delitos. También deberá pagar multas por US$ 4.000.000.

11 junio, 2003

Gran parte de los delitos cometidos por Waksal obedeció a una verdadera obsesión por evitar que familiares y amigos –entre ellos Martha Stewart, hoy también a punto de ir presa- se perjudicaran por el colapso de la empresa. El ahora condenado no parecía desvelarse tanto por accionistas, inversores ni personal de la farmoquímica.

A los 55 años, Waksal es el primer ex presidente ejecutivo enviado a la cárcel por fraudes empresarios, desde que Enron desatara la serie de escándalos en diciembre de 2001. Algunos comentaristas televisuales se preguntaban, ayer, cómo la justicia ha sido tan dura con Waksal, mientras las instancias reguladoras son tan tolerantes (aludiendo al arreglo por US$ 500 millones que la Securities & Exchange Commission pactó en principio con la ex WorldCom, cuyas “irregularidades” pasan ya de US$ 10.000 millones).

Parte del rigor tiene una explicación: Waksal se ha negado a cooperar con la justicia en el caso de Stewart y otros. “Los graves delitos que usted ha confesado no se limitan a negligencia ni fallas de criterio. En lo personal, usted ha perjudicado a su familia”, espetó al reo el juez federal de distrito William Pauley (Manhattan). A partir de eso, el magistrado añadió una multa a la pena máxima prevista por el código penal federal (87 meses de cárcel). Poco antes del veredicto, el fiscal Miahel Schachter le había pedido al juez “enviar un mensaje al resto de los ejecutivos”.

Gran parte de los delitos cometidos por Waksal obedeció a una verdadera obsesión por evitar que familiares y amigos –entre ellos Martha Stewart, hoy también a punto de ir presa- se perjudicaran por el colapso de la empresa. El ahora condenado no parecía desvelarse tanto por accionistas, inversores ni personal de la farmoquímica.

A los 55 años, Waksal es el primer ex presidente ejecutivo enviado a la cárcel por fraudes empresarios, desde que Enron desatara la serie de escándalos en diciembre de 2001. Algunos comentaristas televisuales se preguntaban, ayer, cómo la justicia ha sido tan dura con Waksal, mientras las instancias reguladoras son tan tolerantes (aludiendo al arreglo por US$ 500 millones que la Securities & Exchange Commission pactó en principio con la ex WorldCom, cuyas “irregularidades” pasan ya de US$ 10.000 millones).

Parte del rigor tiene una explicación: Waksal se ha negado a cooperar con la justicia en el caso de Stewart y otros. “Los graves delitos que usted ha confesado no se limitan a negligencia ni fallas de criterio. En lo personal, usted ha perjudicado a su familia”, espetó al reo el juez federal de distrito William Pauley (Manhattan). A partir de eso, el magistrado añadió una multa a la pena máxima prevista por el código penal federal (87 meses de cárcel). Poco antes del veredicto, el fiscal Miahel Schachter le había pedido al juez “enviar un mensaje al resto de los ejecutivos”.

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