El gran salto

Cómo la historia de Felix Baumgartner, el hombre que saltó desde la estratosfera y rompió el récord mundial, puede ser una metáfora que impulse la innovación en las empresas.

29 octubre, 2012

<p>F&eacute;lix Baumgartner pas&oacute; a la historia hace unas semanas por ser el primer hombre en hacer lo que se conoce como un &ldquo;space dive&rdquo;: lanzarse desde el espacio hacia la tierra. Se vali&oacute; para eso de un equipo de expertos y un sponsor: Red Bull.</p>
<p>Se sabe bastante del hecho en s&iacute; mismo pero poco sobre las mil maneras en las que experiment&oacute; para llegar al producto final. En definitiva, toda esa inventiva sirvi&oacute; para lograr lo que nadie hab&iacute;a logrado nunca: caer desde la estratosfera y romper la barrera del sonido.</p>
<p>Es lo mismo que sucede con otras innovaciones. La excitaci&oacute;n por un proyecto ayuda a crear nuevas soluciones. Es como dice el refr&aacute;n: la necesidad es la madre de la invenci&oacute;n. Para lograr lo impensable, F&eacute;lix y su equipo tuvieron que transformar sus ideas en prototipos y as&iacute; identificar cuestiones cr&iacute;ticas. Los guiaba una sola idea, un sue&ntilde;o com&uacute;n. <br />
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Para esto se rodearon de expertos en ciencia y astronautas que recontaron sus experiencias. Joe Kittinger fue clave: solo &eacute;l antes que Baumgartner intent&oacute; saltar una distancia tan intimidante. Sus relatos le dieron a F&eacute;lix, tambi&eacute;n, la estabilidad emocional para lograrlo. <br />
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Es que para lograr esta traves&iacute;a tuvo que lograr superar dos momentos de gran terror: el primero, el salto en si mismo. Aunque no tuvo opci&oacute;n –el globo que lo llev&oacute; hasta la estratosfera no pod&iacute;a bajar, solo subir- debe haber hecho falta mucho valor tomar la decisi&oacute;n de saltar. Dio un salto hacia la nada. El segundo tuvo que ver con romper le barrera del sonido y empezar a girar fuera de control. <br />
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Salvando las distancias, los emprendedores e innovadores tienen que enfrentarse a terrores parecidos. Ellos tambi&eacute;n dan un salto al vacio cuando desarrollan una idea y es hora de lanzarla al mundo, para ver si finalmente es aceptada y funciona. A veces, como Baumgartner, se trata de probar mil variantes hasta encontrar la adecuada. <br />
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Adem&aacute;s, se enfrentan al miedo de &ldquo;girar fuera de control&rdquo;. Nadie sabe a ciencia cierta qu&eacute; suceder&aacute; cuando las innovaciones den ese salto al vac&iacute;o pero algo suceder&aacute; y eso puede desorientar. <br />
La experiencia de F&eacute;lix Baumgartner sirve para entender que, en lo que a innovaci&oacute;n se refiere, tambi&eacute;n es mejor experimentar antes de lanzarse. Es la &uacute;nica manera de deshacerse del miedo inicial y lograr mejores productos y servicios.</p>
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