¿Cómo motivarse con un trabajo aburrido?

Sucede a estudiantes que tienen que pagar sus estudios, a los que aún están perfeccionando sus habilidades para el futuro y a los endeudados entre otros. El problema de encontrarse atrapado en un trabajo que no gusta, deja sabor a poco al final del día o no está ni cerca de la profesión que se ama. Sí, la idea es buscar el trabajo soñado. Pero mientras tanto hay cuentas que pagar y compromisos financieros que resolver. ¿Cómo se puede encontrar sentido en un trabajo aburrido?, ¿cómo se puede hallar la motivación necesaria para sufrir lo menos posible la carga laboral?

Encontrar el porqué

Independientemente de las situaciones personales, todos estamos en uno u otro trabajo por algún motivo. Puede ser que necesitemos dinero extra de un trabajo malo pero bien pago porque tenemos una familia en crecimiento, o menos feliz, tenemos un familiar enfermo del cual cuidar. Esas razones son suficientemente nobles como para ser un motor de motivación en sí mismas. El compromiso que asume quien trabaja en lo que detesta para tener una mejor situación financiera para él mismo y sus seres queridos es una razón más que suficiente para motivarse al ir al trabajo. Un aburrido trabajo de oficina también puede tener un poderoso propósito ulterior.

Expresar humanidad

Con humanidad nos referimos a la creatividad, la compasión, la solidaridad, la inteligencia o la amabilidad. En la mayoría de los trabajos se pueden encontrar formas de expresar nuestros atributos predilectos y eso es un bono emocional muy importante. Para una persona que es muy creativa pero aún no puede conseguir el empleo justo que lo recompensé y lo incentive por eso, puede aprovechar para llevar su creatividad a su ámbito actual de trabajo por ejemplo compartiendo ideas con compañeros o incluso exhibiéndola a los superiores. Las empresas modernas saben apreciar y sacar provecho de la creatividad y el empuje de sus empleados. Para las personas que gustan de ser amables y ayudar a otros siempre va a haber un pequeño hueco donde darle una mano a los compañeros y fomentar la solidaridad en el lugar de trabajo. Desde algo pequeño como preparar el café o el mate al grupo de trabajo hasta ayudar en un proyecto de envergadura. Al hacer foco en lo que nos hace sentir vamos a mitigar el problema de no estar trabajando en nuestro lugar soñado.

Armar las conexiones

¿Este es el primer trabajo que detestamos? Seguramente no. O al menos no es la primera vez que hacemos algo que no nos agrada del todo. Es más, seguro que de todas esas situaciones se aprendió algo o se sacó algo provechoso. Este trabajo, momentáneo, puede ser una de esas etapas de aprendizaje que sirven para el futuro y quedan rápidamente olvidadas en el pasado. Entender que no necesariamente vamos a estar anclados a un trabajo que no nos guste de por vida ayuda a entender la posición transitoria del trabajo y verlo como un presente que va a ser un aprendizaje para el futuro pero que va a quedar en el pasado.