La difícil coexistencia entre el marketing y el management

Al Ries vuelve a escena con un nuevo libro. Luego de defenestrar la publicidad y enaltecer las relaciones públicas en su obra de 2002, ahora viene por más de la mano de un concepto al menos interesante: La guerra en el directorio.

16 noviembre, 2009

<p>Por Leandro Africano</p>
<p>El gur&uacute; estadounidense del branding vuelve a escena con un nuevo libro. Luego de defenestrar la publicidad y enaltecer las relaciones p&uacute;blicas en su obra de 2002, ahora viene por m&aacute;s de la mano de un concepto al menos interesante: La guerra en el directorio. All&iacute; retrata el enfrentamiento entre el management y el marketing y propone caminos para buscar consensos.</p>
<p>En exclusiva para <em>Mercado</em> presentamos un adelanto del libro &ndash;a&uacute;n no editado en la Argentina&ndash; y conversamos con &eacute;l sobre el debate que genera la obra. <br />
Si a Philip Kotler se lo conoce como el padre del marketing moderno, a Al Ries se lo deber&iacute;a considerar el hermano mayor. Sus aportes, an&aacute;lisis e investigaciones lo han colocado en un lugar justo en el medio entre la academia y las empresas. Con tono menos acad&eacute;mico pero no por eso menos riguroso y documentado, Ries ha venido publicando regularmente desde 1981 un libro cada 2 &oacute; 3 a&ntilde;os sobre diversos temas ligadas a la disciplina que m&aacute;s lo apasiona: el marketing. <br />
Recientemente en una encuesta entre los lectores de la revista estadounidense <em>Advertising Age </em>se pregunt&oacute;: &iquest;Cu&aacute;l es el mejor libro de marketing que usted ha le&iacute;do? Entre los cinco primeros figuran dos de Al Ries incluyendo el puesto n&uacute;mero uno: <em>Posicionamiento, la batalla por tu mente </em>(co-escrito con Jack Trout y considerado un verdadero hallazgo en la materia) y <em>Las 22 leyes inmutables del branding</em> (co-escrito con si hija Laura Ries). Esto demuestra, en parte, su buena vinculaci&oacute;n con los lectores. <br />
La nueva raz&oacute;n de ser de Al Ries tiene relaci&oacute;n con una batalla m&aacute;s o menos imaginaria que sucede en la mayor&iacute;a de los directorios de las grandes y medianas compa&ntilde;&iacute;as y por qu&eacute; no, de las peque&ntilde;as, donde a pesar de no contar con un directorio, tambi&eacute;n existe el enfrentamiento: el <em>management</em> piensa con el hemisferio izquierdo de su cerebro (son verbales, l&oacute;gicos anal&iacute;ticos y racionales) y los marketineros con el hemisferio derecho (son visuales, intuitivos, hol&iacute;sticos y emocionales). <br />
Cabe preguntarse si esta diferenciaci&oacute;n es realmente atribuible a los problemas dom&eacute;sticos de las compa&ntilde;&iacute;as o solamente al pensamiento de sus ejecutivos. Seg&uacute;n se desprende del an&aacute;lisis que llev&oacute; a cabo Ries en su libro, este tel&oacute;n que divide a los gerentes gener&oacute; una din&aacute;mica laboral en la cual casi no se oyen, no se debaten las ideas y sus pensamientos est&aacute;n en lados opuestos para salvar a las compa&ntilde;&iacute;as<br />
Puesto a tomar partido, Ries como hombre de marketing se para desde la vereda de los marketineros. Pero sabe bien que quien firma el cheque que paga sus honorarios de consultor&iacute;a es el CEO de la compa&ntilde;&iacute;a y es por eso &ndash;y porque reconoce que ese es el camino&ndash; que es necesario que ambos lados sumen el punto de vista de quien es hoy su adversario y nunca deber&iacute;a serlo. <br />
El problema con el <em>management</em>, de acuerdo a lo que propone el libro, es que los gerentes que conducen las compa&ntilde;&iacute;as no tienen una cabeza para el marketing, porque sus pensamientos est&aacute;n dominados por el lado izquierdo del cerebro y, como son en definitiva quienes tiene la &uacute;ltima palabra de las compa&ntilde;&iacute;as, muchas veces se pierde la posibilidad de sumarle la visi&oacute;n marketinera a las decisiones.</p>
<p><strong>Realidad vs percepci&oacute;n</strong><br />
A lo largo de 25 cap&iacute;tulos, los autores defienden su postura y describen con claridad y sustento argumentativo diferentes posturas que diferencian los dos tipos de pensamiento. Dentro de este planteo el <em>management</em> trabaja sobre la realidad mientras que el marketing recurre a la percepci&oacute;n. Muchos gerentes que est&aacute;n al frente de las compa&ntilde;&iacute;as creen que haciendo mejores productos se garantizan el &eacute;xito, mientras que los equipos de marketing piensan que el &eacute;xito proviene de garantizar una mejor percepci&oacute;n del producto o servicio. <br />
Esta situaci&oacute;n conduce a que el <em>management</em> ponga el foco en el producto mientras que el marketing lo haga en la marca. Por ejemplo, Pepsi y Coca-Cola son productos similares y a pesar de que en todas las pruebas ciegas que se hacen en el mundo Pepsi es m&aacute;s elegida, la marca que m&aacute;s vende es Coca-Cola. &iquest;Qu&eacute; sucedi&oacute;? Seg&uacute;n Ries, en Pepsi siguen pensando que la calidad del producto ser&aacute; quien los ubique como l&iacute;der y eso no es as&iacute;. <br />
Muchas veces la respuesta racional del management para atacar al l&iacute;der es hacer el mismo producto pero mejor, de modo que los catapulte a la fama. En cambio, el marketing busca hacer un producto diferente, que puede ser mejor o no, que se erija en una nueva categor&iacute;a en la mente de los consumidores. <br />
Aqu&iacute;, el ejemplo que sugiere Ries es contundente: en 1976 Kodak, l&iacute;der indiscutido de la categor&iacute;a film fotogr&aacute;fico, hab&iacute;a inventado la c&aacute;mara digital y en 1999 tuvo que tomar la decisi&oacute;n de qu&eacute; hacer con su producto m&aacute;s importante porque ya se avecinaba el reinado de la c&aacute;mara digital y la categor&iacute;a &ldquo;film fotogr&aacute;fico&rdquo; se estaba muriendo. Kodak decidi&oacute; entonces &ldquo;salvar&rdquo; la marca y llevar todos sus atributos a una nueva categor&iacute;a en lugar de desarrollar una nueva marca para una nueva categor&iacute;a que estaba naciendo. Los resultados est&aacute;n a la vista: Sony, Olimpus, Samsung, Canon y Nikon la pasaron por arriba. <br />
Para Ries, si una compa&ntilde;&iacute;a logra desarrollar una nueva categor&iacute;a y se coloca como l&iacute;der, all&iacute; la percepci&oacute;n de los consumidores es que esa marca es la mejor y que tiene el mejor producto, m&aacute;s all&aacute; de que lo sea realmente o no. &iquest;O acaso alguien discute el liderazgo de una marca en una categor&iacute;a por la calidad sus productos?</p>
<p><strong>Apostar al consenso</strong><br />
Seg&uacute;n el planteo del libro, dado que la toma de las decisiones finales recae sobre el <em>management</em>, los ejecutivos de marketing deben aprender a hablar con la terminolog&iacute;a del hemisferio izquierdo del cerebro. M&aacute;s all&aacute; de las cr&iacute;ticas evidentes que plantea Ries hacia la conducta poco conciliadora del<em> top management</em> de las compa&ntilde;&iacute;as, queda claro en su libro que lo que busca es acercar posiciones. Que cada una de las partes pueda colocarse en el lugar del otro y piense en la marca desde un nuevo espacio. <br />
En este sentido el libro es un buen lugar para comenzar a entender la l&oacute;gica del <em>management</em> y el marketing. Todos los ejemplos est&aacute;n bien explicados y anclados en la tierra y se plantea como una obra universal ya que menciona marcas como Mercedes Benz, Audi, Toyota, BMW, GM, Ford, Smirnoff, Absolut, Motorola, Nokia, Wal-Mart, Duracell, Xerox, FedEx, Lexus, VW, Sony, Mastercar y Visa, entre muchas otras. <br />
<br />
Una de las cr&iacute;ticas que siempre se le hizo a Al Ries es la postura de verdad absoluta que mantiene en sus libros y que se asemejan a una visi&oacute;n mesi&aacute;nica del marketing. En este sentido, una de las curiosidades que tiene este libro es que de manera muy sutil pero clara a la vez, Ries manifiesta su ira con varios ejecutivos y marcas por las conductas que las han llevado a grandes fracasos.</p>
<p><strong>&ndash;Despu&eacute;s de leer el libro sent&iacute; que usted tiene un sentimiento de enojo con algunas empresas o actividades de las empresas. &iquest;Es esto cierto? &iquest;Por qu&eacute;? </strong><br />
&ndash;Seguro. &iquest;Por qu&eacute; no estar enojado con las empresas que no siguieron nuestros consejos y, finalmente, pagaron el precio perdiendo miles de puestos de trabajo? Lo siento mucho por la buena gente involucrada que es conducida por l&iacute;deres con poco conocimiento o instinto de comercializaci&oacute;n. <br />
El marketing es la disciplina m&aacute;s importante de cualquier organizaci&oacute;n que puede escalar en capacitaci&oacute;n. Sin embargo, muchos CEO tratan al marketing como una materia del sentido com&uacute;n, que se maneja solo con sentido com&uacute;n, con lo que cualquier persona con un gramo de inteligencia puede hacer. Cuatro de cada cinco de las principales compa&ntilde;&iacute;as estadoundienses se declararon en quiebra y la quinta est&aacute; perdiendo dinero. Chrysler est&aacute; en quiebra y los otros dos fabricantes de autom&oacute;viles est&aacute;n perdiendo dinero y est&aacute;n cerca de la quiebra. Nuestra mayor compa&ntilde;&iacute;a de seguros (AIG) y nuestras dos m&aacute;s grandes instituciones financieras (Citigroup y Bank of America) solo se salvaron de la quiebra por el rescate del Gobierno. Todas estas empresas est&aacute;n en serios problemas debido a que ignoran los principios b&aacute;sicos de la comercializaci&oacute;n. Como resultado de ello nuestro pa&iacute;s est&aacute; en serios problemas. &iquest;Y yo no deber&iacute;a estar enojado?&rdquo;</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
<tr>
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<p><font color="#dd5d3f"><strong>Trabajo conjunto</strong></font></p>
<p>&ldquo;Nuestro primer libro fue publicado en 1981. En los 28 a&ntilde;os transcurridos desde entonces, he escrito o co-escrito 11 libros sobre marketing, a un promedio de uno cada dos o tres a&ntilde;os. En otras palabras, tenemos dos o tres a&ntilde;os para pensar en nuevas ideas que pudieran venir a la mente. Estas suelen ser la inspiraci&oacute;n para nuestro pr&oacute;ximo libro&rdquo;, explic&oacute; a <em>Mercado</em> Al Ries. <br />
Pero desde hace aproximadamente 12 a&ntilde;os Al Ries comenz&oacute; a trabajar con su hija Laura. Realmente fue toda una novedad en el ambiente empresario porque no se conocen muchos antecedentes de que grandes consultores promuevan en forma conjunta la carrera de sus hijos y hasta trabajen juntos. Se especul&oacute; con que era una forma de dejar un legado en el nombre m&aacute;s que en la ideas. <br />
&ldquo;Cuando usted trabaja para una empresa multinacional o muy grande, tiene que interactuar con muchas personas para intercambiar ideas. Sin embargo, cuando usted es un consultor se trabaja solo, por lo que es muy &uacute;til tener un socio. Esta es una funci&oacute;n que llena mi hija conmigo y viceversa. Tambi&eacute;n es &uacute;til tener como socio a un miembro de otra generaci&oacute;n. (Dos generaciones por el precio de uno, a veces nos dicen nuestros clientes). Tambi&eacute;n es &uacute;til tener un hijo o hija que eventualmente herede la empresa. Un consultor independiente que trabaja solo ver&aacute; como se convierte en humo su empresa cuando &eacute;l deje este mundo. Adem&aacute;s, ponemos en pr&aacute;ctica lo que predicamos: estamos construyendo una marca (Ries), que vivir&aacute; en una serie de generaciones&rdquo;, agreg&oacute; Ries.</p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
<p>&nbsp;</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
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<td>
<p><font color="#dd5d3f"><strong>Perfil de gur&uacute; </strong></font></p>
<p>A&ntilde;os atr&aacute;s Al Ries hab&iacute;a confesado que gran parte de su capacidad resid&iacute;a en que sus libros iban en contra de la corriente tradicional de pensamiento empresario.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Por qu&eacute; basa su pensamiento en esta postura? </strong><br />
&ndash;Es simple, porque el sentido com&uacute;n o la sabidur&iacute;a convencional no funcionan en el marketing. Si as&iacute; fuera, cada compa&ntilde;&iacute;a tendr&iacute;a &eacute;xito. Ese es en realidad el concepto b&aacute;sico del libro. Lo que es l&oacute;gico y evidente no funciona en el marketing. Una de las razones por las que mi hija Laura y yo podemos trabajar bien juntos es que compartimos las mismas creencias acerca de los principios de la comercializaci&oacute;n. Ella se ha convertido en una mejor estudiante de marketing que yo&rdquo;.</p>
<p><strong>&ndash;&iquest;Qui&eacute;n va a ganar la guerra en el directorio entonces el <em>management</em> o el marketing? </strong><br />
&ndash;El <em>management</em>. Sin embargo, cabe esperar que aprenda a prestar m&aacute;s atenci&oacute;n a las personas de marketing y siga su consejo m&aacute;s a menudo. Si es as&iacute;, las empresas podr&iacute;an salir de la crisis con poderosas estrategias de marketing.</p>
</td>
</tr>
</tbody>
</table>
<p>&nbsp;</p>
<table width="500" cellspacing="0" cellpadding="0" border="0" bgcolor="#eeecda">
<tbody>
<tr>
<td>
<p><font color="#dd5d3f"><strong>&iquest;En qu&eacute; piensa cada uno?</strong></font></p>
<p>Seg&uacute;n el nuevo libro de Al Ries, el marketing y el <em>management</em> de las compa&ntilde;&iacute;as no buscan los mismo sino que piensan y ejecutan los contrario. Entre muchas oposiciones se destacan:</p>
<p><img alt="" src="http://www.mercado.com.ar/mercado/ro/imagenes/foto_nota_1095_12_3.gif" /></p>
</td>
</tr>
</tbody>
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