Los dinosaurios no mueren, se transformans
Hay un problema en la cadena genética de los publicitarios argentinos: envejecen demasiado rápido, más que en cualquier otra profesión. Parecería que el publicitario que a los veinticinco no es senior, a los treinta no es director (de lo que sea) y que a los treinta y cinco no trató de tener su agencia propia está obsoleto: fue, no sirve, quedó fuera de mercado.
17 noviembre, 2012
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