Los peligros de distraerse al manejar
Los grupos que bregan por la seguridad en Estados Unidos, preocupados por los peligros de recibir o enviar mensajes de texto mientras se maneja un automóvil, recibieron una ayuda inesperada, proveniente del comisario de Gwent, un pequeño condado del sudeste de Gales.
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El New York Times ha dedicado un espacio fijo a la publicación de una serie de artículos destinados a explicar los peligros de usar teléfono celular u otro accesorio electrónico mientras se maneja. El propósito manifiest6o: que la gente entienda de una buena vez la cantidad de cosas horribles que pueden ocurrir. <br />
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El Departamento de Policía de Gwent Police produjo una película sobre el tema que se mostrará este otoño en todas las escuelas de Gales. Y con cero promoción por parte de la policía, un truculento extracto de cuatro minutos de esa película se difundió viralmente y ya ha sido visto más de 4 millones de veces en YouTube y otros sitios. <br />
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En el video, una joven conductora textea en su celular mientras lleva a dos amigas por una ruta de dos carriles. Distraída, deja que el auto se desvíe hacia el tráfico que viene de frente, choca con un auto y ve cómo un tercer auto se estrella contra su vehículo, matando a sus amigas.<br />
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Es el mismo tema que usan los estadounidenses para presentar los peores escenarios, pero el video galés va más allá, con primeros planos de la cabeza de la chica chocando contra la ventanilla del auto y la mirada desconcertada de un bebé en uno de los autos. <br />
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Algunas organizaciones estadounidenses están haciendo sus propias campañas para generar mayor conciencia sobre el peligro de textear y manejar simultáneamente, pero en general evitan las imágenes violentas. Aunque el video galés evidentemente ha tocado una fibra, algunos activistas de la seguridad en el tránsito sostienen que la sangre y las imágenes truculentas no son la mejor forma de detener a los conductores de hacer algo que es legan en la mayoría de los estados.<br />
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El aviso galés, y también los que hacen los grupos estadounidenses, han hecho renacer el viejo debate en círculos de salud pública, donde las campañas intentaron amenazas, pedidos emotivos o presión social para instar a la gente – a menudo sin éxito – a dejar de fumar, a vacunarse o dejar de usar drogas o usar cinturón de seguridad. <br />
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