El sexo, ¿vende?

El uso reciente de la sexualidad en el marketing vuelve a encender el debate sobre si las imágenes picantes que generan deseo en el consumidor pueden – y deben- ser explotadas por las marcas.

25 julio, 2012

<p>El ASA está investigando esta campaña y advierte que podría endurecer sus políticas regulatorias, especialmente en relación a imágenes destinadas a los niños. Aunque admiten que el público general no tiene grandes tabúes respecto a este tema, la opinión pública está de acuerdo en ponerle limites a las publicidades que se exceden de ciertos parámetros.</p>
<p>En abril el ente regulatorio prohibió ocho avisos gráficos de la marca American Apparel por mostrar desnudos de manera infundada. La marca de caracteriza por usar modelos reales, personas que podrían ser consumidores o vendedores en locales. Por lo tanto, ver a esas personas sin ropa sorprende más. Desde American Apparel defienden esta idea diciendo que quieren retratar una imagen de persona más real que aquella que se ve en las pasarelas y demostrar, también, que su ropa es buena y barata. El ASA no está de acuerdo con esta postura y contraatacó diciendo que el uso de modelos amateur hace que los avisos parezcan más crueles con las mujeres.</p>
<p>Todas las marcas quieren resaltar pero pasarse de la línea puede traer consecuencias impensadas. Atacar a las audiencias clave de una manera apropiada puede traer efectos positivos; en ese caso el sexo vende, sino, difícilmente.</p>
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<p>El negocio de la moda se ha valido siempre de la provocaci&oacute;n para vender ropa. Pero la incursi&oacute;n de marcas m&aacute;s convencionales en estas estrategias de marketing reabre el debate sobre el uso de la sexualidad para vender m&aacute;s productos.</p>
<p>Es el caso de Richmond Ham, una marca inglesa de jam&oacute;n que, en su nueva campa&ntilde;a, muestra a granjeros desnudos retozando por el campo. El ente regulatorio de la publicidad en ese pa&iacute;s (Advertising Standards Authority, ASA) est&aacute; analizando posibles sanciones despu&eacute;s de recibir m&aacute;s de 350 denuncias.</p>
<p>&iquest;El sexo vende? En el caso de Richmond Ham es imposible decir, hasta que las estad&iacute;sticas digan lo contrario, si sus ventas aumentaron o bajaron tras la campa&ntilde;a. Pero si se quiere dimensionar el fen&oacute;meno nada mejor que el libro &eacute;xito de este a&ntilde;o, &ldquo;50 Shades of Grey&rdquo;. La novela er&oacute;tica de E.L James vendi&oacute; m&aacute;s de tres millones de ejemplares en el Reino Unido y m&aacute;s de 20 millones en todo el mundo convirti&eacute;ndose en el libro de m&aacute;s r&aacute;pida venta en la historia. &iquest;El sexo sigue interesando como gancho de venta? En el caso de la literatura: s&iacute;, y mucho.</p>
<p>Pero m&aacute;s all&aacute; de este segmento, &iquest;c&oacute;mo pueden los expertos en marketing beneficiarse de estas historias y explotar el instinto sexual que todos llevan dentro? Seg&uacute;n diferentes analistas, el sexo hoy vende solo si es usado con inteligencia y de manera apropiada en la campa&ntilde;a. Lo interesante de esta visi&oacute;n es que pondera la hip&oacute;tesis de que el sexo vende porque llama la atenci&oacute;n, que es, despu&eacute;s de todo, el objetivo principal del marketing.</p>
<p>De todas maneras, hay momentos y lugares donde el sexo es apropiado y otros donde no lo es. Este &uacute;ltimo es el caso del National Trust, una organizaci&oacute;n sin fines de lucro que se encarga de la conservaci&oacute;n y promoci&oacute;n de edificios y lugares hist&oacute;ricos en Gran Breta&ntilde;a. En su p&aacute;gina web se puede bajar, desde hace algunos d&iacute;as, una aplicaci&oacute;n llamada &ldquo;X-rated Soho tour app&rdquo; que permite hacer un recorrido virtual por la zona roja londinense.</p>
<p>Los usuarios no se sorprendieron porque, despu&eacute;s de todo, la aplicaci&oacute;n permite un recorrido por la historia del barrio que no se caracteriz&oacute; nunca por sus ra&iacute;ces puritanas. Se puede leer sobre los bares de opio o sobre las vidas de las prostitutas con total normalidad. La idea de National Trust es ofrecer aplicaciones como estas para atraer a los menores de 40 a&ntilde;os a una marca que se caracteriza por clientes de m&aacute;s de 50. La aplicaci&oacute;n aparece como una entre una serie de actividades dise&ntilde;adas para atraer a los m&aacute;s j&oacute;venes y que se llevar&aacute;n a cabo durante el verano anglosaj&oacute;n.</p>
<p>Aunque los consumidores reaccionaron favorablemente a la idea del National Trust, para las marcas es muchas veces dif&iacute;cil predecir la reacci&oacute;n ante esta clase de material. Richmond Ham aprendi&oacute; la lecci&oacute;n: luego de las quejas borr&oacute; la parte m&aacute;s ofensiva del aviso, en la que uno de los granjeros mostraba su parte trasera. Desde la marca reconocen que no hubo mala intenci&oacute;n sino que se trat&oacute; de usar humor&iacute;sticamente el slogan &ldquo;As nature intended&rdquo; (en castellano: &ldquo;c&oacute;mo quiere la naturaleza &rdquo;) usando un doble sentido.</p>
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