DVD: la gallina de los huevos de oro

A diferencia de la tecnología VHS, el DVD se instaló de la noche a la mañana. Las ganancias que genera son tan enormes que a los estudios no les importa canibalizar otros canales de distribución más tradicionales.

23 enero, 2004

La gente que el año pasado hacía cola en los cines para ver un estreno
luego podía comprar esa misma película en DVD menos de cuatro meses.
El lapso que media entre ver una película en la pantalla grande y chica
se va achicando continuamente. Hoy ya no se cuenta en meses sino en semanas y,
según los expertos en el tema, pronto la demora podría llegar a
desaparecer completamente.

El tema es tan delicado que los ejecutivos de estudios cinematográficos
prefieren ni mencionarlo. Para entender por qué, es preciso analizar el
sistema que engrasa las ruedas del negocio global del cine, video y DVD (US $67.000
millones).

Con la venta de películas ganan dinero los estudios de filmación
y sus agentes de distribución. Tradicionalmente, el proceso completo llevaba
por lo menos dos años. La primera cosecha proviene de las ventas en los
cines. Entre seis y doce meses más tarde está el alquiler de videos.
Luego de otro período similar, se habilita la película para su venta
en video.

Después están las ventas a los proveedores de televisión
pay-per-view (PPV) (donde los televidentes pagan para ver una película
determinada), las ventas a canales de televisión paga (donde los televidentes
pagan un adicional para ver ese canal); y finalmente, las ventas a los canales
de aire, o abiertos. Hay, entonces, seis “ventanas” para explotar, seis
oportunidades de ganar dinero.

El negocio siempre supo incorporar tecnología al sistema sin perder rentabilidad;
así surgió la distribución satelital o la televisión
digital. Creaba nuevas unidades de negocios que se sumaban a las existentes y
contribuían a aumentar el ingreso total.

Pero, según un análisis publicado por el Financial Times, dos cosas
han aparecido que amenazan el status quo. Primero, la piratería – el uso
de internet para enviar a todo el mundo y en forma casi instantánea copias
no autorizadas de películas – hace peligrar los estrenos de películas
en los distintos países. Segundo, el DVD ha tenido mucho más éxito
del que se esperaba y amenaza con borrar las nítidas fronteras del sistema
de ventanas

La película de Disney y Pixar “Buscando a Nemo” tuvo, entre su
estreno el 30 de mayo y el 4 de noviembre cuando salió el DVD – una recaudación
en boleterías de US$ 340 millones, según Adams Media Research, de
California. Con esa venta en cines Disney y Pixar ganaron US$ 156 millones. Pero
en poco menos de dos meses recibieron US$ 459 millones a través de la venta
o alquiler de 27 millones de copias en DVD y video, pero principalmente DVD.

Eso explica por qué los grandes estudios cinematográficos no ponen
objeciones a que el público compre un DVD lo antes posible, aunque eso
les signifique anular alguna de las ventanas tradicionales. Y para eso han encontrado
socios entusiastas en los minoristas de mercados masivos.

Según la consultora Screen Digest, en Estados Unidos, el ingreso
en 2002 proveniente de alquiler y venta de video en VHS y DVD significó
62% del producto bruto interno de los grandes estudios. De eso, cuatro quintos
se calcula que corresponden exclusivamente a las ventas de DVD. En Europa, 49%
de los ingresos totales de los estudios cinematográficos derivaron en 2002
de venta y alquiler de VHS/DVD.

Screen Digest calcula que 45% de los hogares en Gran Bretaña poseía
un reproductor de DVD para finales de 2003. Eso significa 11,4 millones de hogares,
comparados con 3 millones dos años antes. Una velocidad de crecimiento
que no tuvo la videograbadora.

“Si el DVD es la nueva máquina de hacer dinero, entonces se justifica
adaptar todo el sistema de distribución a su alrededor. Y además
tiene otras ventajas: cuanto antes esté en la calle la película
en DVD, menos oportunidades tienen los piratas”, dice a FT Alan Flitcroft
de Ernst & Young.

Por eso el argumento según el cual la venta anticipada de películas
en DVD canibaliza el negocio del alquiler de videos se resume de esta forma: si
las ganancias con esta ventana son tan notables, habrá que sacrificar las
de otra más tradicional.

Hacia el futuro se vislumbra otra posibilidad. Aunque todavía en pañales
y oscurecida por el temor a la piratería, la internet podría – en
teoría al menos – llegar a ser un medio más rápido y más
revolucionario que el DVD, si los estudios se conectan a sitios que permiten la
descarga en banda ancha. Si eso se logra, veremos otros gran cambio que se instala
para quedarse.

La gente que el año pasado hacía cola en los cines para ver un estreno
luego podía comprar esa misma película en DVD menos de cuatro meses.
El lapso que media entre ver una película en la pantalla grande y chica
se va achicando continuamente. Hoy ya no se cuenta en meses sino en semanas y,
según los expertos en el tema, pronto la demora podría llegar a
desaparecer completamente.

El tema es tan delicado que los ejecutivos de estudios cinematográficos
prefieren ni mencionarlo. Para entender por qué, es preciso analizar el
sistema que engrasa las ruedas del negocio global del cine, video y DVD (US $67.000
millones).

Con la venta de películas ganan dinero los estudios de filmación
y sus agentes de distribución. Tradicionalmente, el proceso completo llevaba
por lo menos dos años. La primera cosecha proviene de las ventas en los
cines. Entre seis y doce meses más tarde está el alquiler de videos.
Luego de otro período similar, se habilita la película para su venta
en video.

Después están las ventas a los proveedores de televisión
pay-per-view (PPV) (donde los televidentes pagan para ver una película
determinada), las ventas a canales de televisión paga (donde los televidentes
pagan un adicional para ver ese canal); y finalmente, las ventas a los canales
de aire, o abiertos. Hay, entonces, seis “ventanas” para explotar, seis
oportunidades de ganar dinero.

El negocio siempre supo incorporar tecnología al sistema sin perder rentabilidad;
así surgió la distribución satelital o la televisión
digital. Creaba nuevas unidades de negocios que se sumaban a las existentes y
contribuían a aumentar el ingreso total.

Pero, según un análisis publicado por el Financial Times, dos cosas
han aparecido que amenazan el status quo. Primero, la piratería – el uso
de internet para enviar a todo el mundo y en forma casi instantánea copias
no autorizadas de películas – hace peligrar los estrenos de películas
en los distintos países. Segundo, el DVD ha tenido mucho más éxito
del que se esperaba y amenaza con borrar las nítidas fronteras del sistema
de ventanas

La película de Disney y Pixar “Buscando a Nemo” tuvo, entre su
estreno el 30 de mayo y el 4 de noviembre cuando salió el DVD – una recaudación
en boleterías de US$ 340 millones, según Adams Media Research, de
California. Con esa venta en cines Disney y Pixar ganaron US$ 156 millones. Pero
en poco menos de dos meses recibieron US$ 459 millones a través de la venta
o alquiler de 27 millones de copias en DVD y video, pero principalmente DVD.

Eso explica por qué los grandes estudios cinematográficos no ponen
objeciones a que el público compre un DVD lo antes posible, aunque eso
les signifique anular alguna de las ventanas tradicionales. Y para eso han encontrado
socios entusiastas en los minoristas de mercados masivos.

Según la consultora Screen Digest, en Estados Unidos, el ingreso
en 2002 proveniente de alquiler y venta de video en VHS y DVD significó
62% del producto bruto interno de los grandes estudios. De eso, cuatro quintos
se calcula que corresponden exclusivamente a las ventas de DVD. En Europa, 49%
de los ingresos totales de los estudios cinematográficos derivaron en 2002
de venta y alquiler de VHS/DVD.

Screen Digest calcula que 45% de los hogares en Gran Bretaña poseía
un reproductor de DVD para finales de 2003. Eso significa 11,4 millones de hogares,
comparados con 3 millones dos años antes. Una velocidad de crecimiento
que no tuvo la videograbadora.

“Si el DVD es la nueva máquina de hacer dinero, entonces se justifica
adaptar todo el sistema de distribución a su alrededor. Y además
tiene otras ventajas: cuanto antes esté en la calle la película
en DVD, menos oportunidades tienen los piratas”, dice a FT Alan Flitcroft
de Ernst & Young.

Por eso el argumento según el cual la venta anticipada de películas
en DVD canibaliza el negocio del alquiler de videos se resume de esta forma: si
las ganancias con esta ventana son tan notables, habrá que sacrificar las
de otra más tradicional.

Hacia el futuro se vislumbra otra posibilidad. Aunque todavía en pañales
y oscurecida por el temor a la piratería, la internet podría – en
teoría al menos – llegar a ser un medio más rápido y más
revolucionario que el DVD, si los estudios se conectan a sitios que permiten la
descarga en banda ancha. Si eso se logra, veremos otros gran cambio que se instala
para quedarse.

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