Gary Winnick y su gran vida

A medida que ganaba dinero, se acentuaba su proclividad a autopromoverse y figurar. Ello explica su mansión en Bel Aire (tasada en US$ 94 millones) y sus lujosas oficinas en Beverly Hills. Riqueza y "generosidad selectiva" le brindaron acceso a círculos de poder e influencia. En el 2001, y ya metida en problemas, la firma seguía manteniendo cinco aviones ­entre ellos, un Boeing 737, un Challenger y un Gulfstream­, aunque sólo empleaba uno regularmente.

17 noviembre, 2012

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