Cuando los antibióticos no hacen nada

Combatir el peligroso aumento de la resistencia a los antibióticos es una empresa difícil porque el uso se ha difundido demasiado y se los aplica a humano y animales. Hace falta un cambio de políticas y un cambio de costumbres.

16 junio, 2016

Alrededor de 700.000 personas mueren anualmente por infecciones resistentes a las drogas. La resistencia a los medicamentos antimicrobials, como los antibióticos, es provocada por la sobrevivencia del más amto, como sostenía Darwin en su teoría de la evolución.  Lamentablemente, que existan microbios aptos quiere decir que los seres humanos no están aptos. La resistencia a las drogas no es solamente uno de las ejemplos más claros de la evolución en acción, sino también el costo humano más grande hasta la fecha. Y se empeora cada vez más. Si proyectamos las tendencias actuales a 2050  las 7.000 muertes de la actualidad podrían llegar a 10 millones..

La gente tuvo miedo a esta Resistencia desde que se comenzó a usar antibióticos en grandes cantidades a finales de los años 40. Sus temores de que las enfermedades bacteriales  podían una vez más convertirse en epidemia como resultado de ese abuso resultaron infundados, afortunadamente. Eso es por la declinación de infecciones communes en el siglo 19 como la tuberculosis y el cólera se debieron a mejoras en las viviendas, cloacas y agua corriente, no a la penicilina.

El verdadero peligro es más sutil. Que mejoras en salud pública como esas que fomentaron los victorianos redujera violentamente la tuberculosis en la India compensa la pérdida anual de  60.000 bebés recién nacidos por infexxiones resistentes a los antibióticos.

 

Cada vez que hay una infección endémica  hay Resistencia a su tratamiento. Y esto vale también para el mundo rico.

Versiones resistendes de organismos como el estafilococo  aureo están aumentando el riesgo de infección post operatoria. Podría llegar el día en que someterse a una operació por elección sea una  idea poco aconsejable  y que los transplantes de órganos , que detienen el rechazo  con inmunodepresión sean directamente peligrosos. Imaginemos que todos, en los trópicos, sean vulnerables otra vez a la malaria  y que cada pinchazo de alfiler pudiera llevar a una infección fatal. Son las enfermedades Viejas, no las nuevas, las que deberíamos temer.

 

El precio de la irresponsabilidad

 

Los costos de lo que se está perdiendo no son percibidos por quienes son responsables. ¿Usted tiene ganado? Agregue antibióticos a su alimento para aumentar el crecimiento.  El costo en términos de mayor resistencia lo paga la sociedad entera. ¡Le duele la gargantea? Tome antibióticos por si es bacterial., no pasa nada, salvo para alguna otra persona que más tarde se pesque una infección resistente.

La falta de incentivo para hacer lo que hay que hacer es difícil de corregir.  En algunos sistemas de salud, a los médicos se los premia por indicar medicación.  Los pacientes no sufren daños inmediatos cuando dejan de completar el tratamiento cuando los síntomas desaparecen dejando vivos a los bichos más resistentes a la droga. Como mucha gente cree erróneamente que los seres humanos, y no las bacterias, desarrollan resistencia, no creen que estén hacienda algo mal.

Pero si no podemos cambiar fálmente de conducta, podemos crear nuevas drogas. Y aquí falla el mercado también. Los medicos quieren reservar las mejores drogas para los casos más difíciles  que son resistentes a todo lo demás. No tiene sentido recetar un medicamento patentado y caro para un simple resfrío cuando algo que cuesta centavos hará la misma función.

Reservar las drogas nuevas para emergencias es una política pública sensate. Pero manteine bajas las ventas y por lo tanto no incentiva a los laboratorios a investigar y desarrollar nuevas drogas.

 

Endulzar la píldora

Como la Resistencia antimicrobiana no tiene una única soluci´n debe ser combatida en muchos frentes. Comenzando por el consume.  El uso de antibióticos para acelerar el crecimiento de animals en granja  debe ser prohibido por los ministerios de agriculturacomo ya se ha prohibido en la Unión Europea. Mucho major sería que los gobiernos acordaran conjuntamente  esas reglamentaciones Tanto para las personas como para los animales, la política debería ser vacunar más para detener las infecciones antes de que comiencen, porque la profilaxis es más barata que la curación. Con la misma lógica, los hospitales y otros caldos de cultivo para los bichos resistentes deberían impeder infecciones con más hygiene. Los gobiernos deberían educar a los alumnus sobre todo lo referente a antibióticos  para que ayuden a impeder la diffusion de la Esas medidas no pueden revertir lo que está ocurriendo, pero pueden ayudar a que sea menos trágico.

 

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