Despidos, renuncias y menos ganancias en firmas europeas
Mientras Vodafone cambiaba velozmente de CEO, Unilever anunciaba una baja en las utilidades y Siemens resolvía despedir más gente en el negocio inalámbrico. Analistas europeos esperan más renuncias.
1 agosto, 2003
No sólo los grandes grupos norteamericanos tienen problemas. En la Unión
Europea, el mercado inalámbrico sigue achicándose y algunas industrias
tradicionales, como Unilever, ganan menos.
En el caso del holding angloholandés, el II trimestre depara apenas
US$ 681 millones, 13% menos que un año antes. La firma, no obstante,
asegura que se cumplirán las metas de utilidades en todo 2003, “pese
a persistentes dificultades en la plaza estadounidense”. En cuanto al descenso
de ingresos netos, se atribuye a la venta de algunos negocios.
Vodafone (británica de origen alemán) y Siemens, en cambio, sufren
la contracción que manifiesta, desde 2001, el mercado mundial de redes
y servicios inalámbricos. La compañía germana despedirá
2.300 personas más, porque no logra recobrar ventas y precisa ahorrar
US$ 1.140 millones de ahora a fines de 2004.
Pero la eliminación de personal -recurso casi único, desde la
manía del “downsizing” y la reingeniería en los años
90- no ha sido suficiente para Vodafone. De ahí la repentina dimisión
de Christopher Gent como CEO y su inmediato reemplazo por Arun Sarin. A partir
del lunes, pues, el nuevo presidente ejecutivo afrontará problemas regulatorios
y una rémora: la pila de negocios comprados por Gent a alto precio, cuyo
valor bursátil viene cayendo desde 2002.
No sólo los grandes grupos norteamericanos tienen problemas. En la Unión
Europea, el mercado inalámbrico sigue achicándose y algunas industrias
tradicionales, como Unilever, ganan menos.
En el caso del holding angloholandés, el II trimestre depara apenas
US$ 681 millones, 13% menos que un año antes. La firma, no obstante,
asegura que se cumplirán las metas de utilidades en todo 2003, “pese
a persistentes dificultades en la plaza estadounidense”. En cuanto al descenso
de ingresos netos, se atribuye a la venta de algunos negocios.
Vodafone (británica de origen alemán) y Siemens, en cambio, sufren
la contracción que manifiesta, desde 2001, el mercado mundial de redes
y servicios inalámbricos. La compañía germana despedirá
2.300 personas más, porque no logra recobrar ventas y precisa ahorrar
US$ 1.140 millones de ahora a fines de 2004.
Pero la eliminación de personal -recurso casi único, desde la
manía del “downsizing” y la reingeniería en los años
90- no ha sido suficiente para Vodafone. De ahí la repentina dimisión
de Christopher Gent como CEO y su inmediato reemplazo por Arun Sarin. A partir
del lunes, pues, el nuevo presidente ejecutivo afrontará problemas regulatorios
y una rémora: la pila de negocios comprados por Gent a alto precio, cuyo
valor bursátil viene cayendo desde 2002.