Caro les costará el desafío a los bonistas excluidos

Por un lado, el Fondo Monetario y Estados Unidos insisten en sacarles las papas del fuego a los bonistas autoexcluidos. Por el otro, Economía les "bate la justa": sus tenencias ya no valen US$19.400, sino poco menos de 6.500 millones.

13 junio, 2005

La deuda externa pública en cese selectivo de pagos, alias default, se ha achicado a un tercio del valor inicial. Así explicó el viernes el Ministerio de Economía al Congreso, como señala el informe semanal de Arpenta, operador de mercado abierto.

El dato forma parte, ahora según el comunicado oficial, de precisiones sobre el fin del canje (jueves 2). Por supuesto, el FMI y Washington se congratularon de la exitosa restructuración, donde entró 76,2% de los acreedores privados. Pero tornan a presionar –influidos por cierta banca, fondos buitres y algún sector financiero local- para que se le dé una solución al excluido 23,8%(por propia decisión o la de intermediarios y abogados, hoy objetos de demandas judiciales en varios países).

En otras palabras, la “solución” que piden John Snow –secretario estadounidense de Hacienda- y Rodrigo Rato (FMI) les saldrá un poco cara a los on hold (eufemismo de moda por “autoexcluidos”). Sea cual fuere el eventual arreglo, no podrán cobrar más de US$6.470 millones.

En lo tocante a la deuda actual, queda en US$126.567 millones. Ello implica 30.929 millones de quita respecto de los US$144.453 millones al momento de la insensata declaración del cese unilateral (fin de 2001). La primera cifra expresa el “pasivo normalizado” al 31 de marzo último. La diferencia con el cálculo anterior refleja capitalización de intereses sobre algunos bonos nuevos, durante el primer trimestre. Estrictamente, el canje redujo en US$67.300 millones el pasivo.

La deuda externa pública en cese selectivo de pagos, alias default, se ha achicado a un tercio del valor inicial. Así explicó el viernes el Ministerio de Economía al Congreso, como señala el informe semanal de Arpenta, operador de mercado abierto.

El dato forma parte, ahora según el comunicado oficial, de precisiones sobre el fin del canje (jueves 2). Por supuesto, el FMI y Washington se congratularon de la exitosa restructuración, donde entró 76,2% de los acreedores privados. Pero tornan a presionar –influidos por cierta banca, fondos buitres y algún sector financiero local- para que se le dé una solución al excluido 23,8%(por propia decisión o la de intermediarios y abogados, hoy objetos de demandas judiciales en varios países).

En otras palabras, la “solución” que piden John Snow –secretario estadounidense de Hacienda- y Rodrigo Rato (FMI) les saldrá un poco cara a los on hold (eufemismo de moda por “autoexcluidos”). Sea cual fuere el eventual arreglo, no podrán cobrar más de US$6.470 millones.

En lo tocante a la deuda actual, queda en US$126.567 millones. Ello implica 30.929 millones de quita respecto de los US$144.453 millones al momento de la insensata declaración del cese unilateral (fin de 2001). La primera cifra expresa el “pasivo normalizado” al 31 de marzo último. La diferencia con el cálculo anterior refleja capitalización de intereses sobre algunos bonos nuevos, durante el primer trimestre. Estrictamente, el canje redujo en US$67.300 millones el pasivo.

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