No sólo Italia: ahora también tiembla España
Tras un viernes negro, un lunes todavía más. Milán se derrumbó casi 4%. Madrid la siguió con 2,7%, París con lo mismo y Francfort con 2,3%. En tasas, la diferencia con el referente alemán sube a 337 puntos porcentuales en España y 305 en Italia.
12 julio, 2011
<p>Otra tormenta se abate sobre Roma y arrastra a Madrid, donde la diferencia entre títulos soberanos alemanes y españoles a diez años asciende a 3,37%, algo más que la 3,05% italiana. Mientras tanto, la brecha entre el producto bruto interno y la deuda pública se eleva a 68% (España), 100% (Portugal), 115% (Irlanda), 120% (Italia) y 155% (Grecia).<br />
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Esta semana, pues, se combinan los temores sobre solvencia y estabilidad política italianas, hoy proyectados sobre España, hasta el viernes más o menos indemne. Pero el problema real es más grave: los mercados especulan contra la obvia incapacidad de la dirigencia en la Eurozona para afrontar dos crisis en desarrollo (Atenas, Lisboa) y dos en ciernes (Roma, Madrid). El caso italiano es dramático: sólo este lunes, el rinde de títulos decenales saltó cien puntos porcentuales, de 205 a 305.<br />
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El dilema itálico tiene ribetes políticos. El primer ministro Silvio Berlusconi sigue perdiendo sostén y está en manos de su ministro económico, Giulio Tremonti. Hace dos semanas el Cavaliere prometió pronta luz verde parlamentaria para un paquete de medidas austeras. Pero un aliado clave, la xenófoba Liga Norte (controlada por el senador lombardo Umberto Bossi y su hijo Renzo), observa los efectos de la austeridad griega y vacila.<br />
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Hay una fecha común a ambos casos: 2014. Ese año concluiría un segundo rescate heleno por € 60.000 millones–hasta el monto está en duda- e Italia llegaría al equilibrio fiscal. Para entonces, pocos creen que Berlusconi siga en el candelero.<br />
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Hay un trasfondo psicológico que agrava las cosas. Por una parte, España vive una transición que podría instalar en el poder al partido Popular. Por otra, en tanto los rescates de Grecia, Portugal o Irlanda no quebrarían la periferia de la Eurozona, un colapso italiano o español podría derribarla.<br />
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Quedaría una sola salida: la intervención del BCE emitiendo liquidez estilo Reserva Federal, algo que el timorato Jean-Claude Trichet no quiere hacer. Cabe preguntarse cómo manejará tantos problemas hasta la asunción de Mario Draghi… en noviembre Adelantar el cambio de guardia sería fatal para la imagen del BCE. <br />
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