Un mercado que se concentra

Servicios en la nube. Al abaratar los costos de entrada a tecnologías claves, los proveedores de servicios de IT intentan proporcionar cada vez más servicios para fidelizar así la relación con el cliente. 

13 julio, 2017

En este contexto, las multinacionales aprovechan para comprar startups y concentrar así un mercado que, hasta ahora, ofrecía jugadores de diferentes tamaños.

Las revoluciones, cuando llegan, sacuden con la fuerza de un tsunami. Más en el mundo de la tecnología, en donde los avancen se dan cada con cada vez más frecuencia. Tanto es así que la digitalización en las empresas se está dando a gran velocidad; la transición de compañías analógicas a otras, 2.0 implica un verdadero salto. Hoy las empresas deben encarar el análisis más profesional de datos que impactan directamente en su negocio y para eso deben incorporar diferentes tecnologías: desde big data a Internet de todas las cosas, quienes mejor se adapten podrán sacarle varios cuerpos de ventaja a la competencia.

La clave, marcan quienes saben, está en cloud computing como tecnología disruptiva. Si las organizaciones hoy están más conectadas que nunca, en el centro de toda su infraestructura están los servicios relacionados con la nube. Sin ella es evidente que es más difícil hacerse, guardar o analizar datos para seguir en la cima de los negocios. 

La buena noticia es que las empresas de IT lo han entendido. Así por lo menos lo dice Strategy&Business en uno de sus últimos informes sobre el sector de IT como proveedor de servicios. Al haber más volumen de negocios, los precios de tecnologías claves –antes consideradas muy costosas o complicadas de implementar– se han popularizado, ampliando el espectro de clientes como nunca antes. 

De alguna manera, los servicios en la nube se están commodizando. Concretamente, no es necesario tener una nube privada para sentirse realmente seguro: más y más empresas, de diferentes tamaños, deciden invertir en suscripciones a nubes públicas a precios módicos para hacer backup de información o, simplemente, acceder a información crítica desde cualquier lugar, en cualquier momento. 

Y aunque esto implique, en el costo plazo, que las ganancias bajen –más volumen en general implica menos rentabilidad por cliente–, en el largo plazo la relación entre clientes y proveedores de servicios de tecnología podría estrecharse lo que implicaría un mejor servicio, más chances de customizar productos y más dinero para dedicar a I+D. Incluso si, en el camino, las Pyme del sector pierdan fuerza en pos del todopoderoso Top 10 de empresas globales que todos conocen: IBM, Oracle, Microsoft, Sap, Cisco lo lideran con HP, Accenture, Apple, Samsung y Google pisándoles los talones.

Mucha más concentración 

Los resultados de la encuesta de Strategy­&­Bu­siness muestran que el mercado de proveedores de IT se está calentando. La competencia es, de hecho, mucho más intensa. Desde el lado de las empresas, hay cada vez más opciones y esa es, en definitiva, una noticia feliz. Pero las tecnologías se vuelven cada vez más sofisticadas y desde el lado de las multinacionales la necesidad de poder acceder a servicios desde cualquier lugar se vuelve un pre-requisito. La concentración del sector es, por lo tanto, una consecuencia residual. 

Al convertirse en commodities, ciertas empresas que antes no eran competidoras directas empiezan a enfrentarse en las mismas arenas. Ofrecen, después de todo, productos similares, todos bastante centrados en soluciones en la nube. Quienes más hayan invertido en posicionarse bien en esa tecnología son quienes hoy ocupan las primeras posiciones en los rankings que se elaboran. La pelea hoy persigue un solo objetivo: volverse los reyes de la nube. Como consecuencia, otras empresas de tecnología pero más pequeñas –las famosas second-tier– se distancia cada vez más del famoso Top 10.

¿Quiénes lideran?

Para entender más aún está concentración, conviene ver los resultados financieros de las primeras 50 empresas que, a escala global, lideran. Según Strategy&Business, entre todas lograron ganancias de US$ 2.200 billones (millones de millones), una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que el año pasado habían amasado 2% menos de ganancias. La rentabilidad por empresa, sin embargo, se mantuvo estable, un verdadero signo de nuestros tiempos: si, a corto plazo, el negocio es el volumen, es posible que se gane menos. 

¿Quién gana y quién pierde? En la cima están las empresas de software e Internet que se llevan 11% de la torta, con ganancias que ascienden a US$ 2.8400 millones. Los márgenes pueden haber caído este año, sin embargo: de 25% el año pasado a 22,5%. Es que el negocio de la nube, aunque bastante promisorio, no les significa las ganancias estables que proporcionaban, en el pasado, las licencias. 

Desde el lado de hardware e infraestructura, también han sido buenas las noticias, con crecimientos que superaron el 3% respecto al año anterior. Hoy todo el sector se lleva US$ 8.580 millones pero la gran mayoría ha experimentado serias caídas en sus ganancias a excepción, quizás, de pesos pesados como Apple, que acumuló grandes ganancias gracias a sus nuevos lanzamientos, y otros como Samsung e Intel. Otro sector al que no le fue nada mal fue el de las telecomunicaciones de la mano, principalmente, del crecimiento experimentado en movilidad.

El dato a tener en cuenta, sin embargo, es que todas las compañías que lideran el ranking tienen alcance global: se vuelve imperante poder ofrecer el mismo servicio en todo el mundo, especialmente a las multinacionales que tienen diferentes filiales. Esto es así tanto para mercados maduros como para los llamados mercados emergentes.

A la cabeza de la innovación

Lo que sí tienen en común las empresas que lideran el sector es que todas han puesto a la innovación a la cabeza de su estrategia. En el caso de cloud específicamente, ya han dado sus frutos permitiéndoles mayor escala y alcance a las multinacionales que operan en este rubro.
Ejemplos sobran. IBM, por ejemplo, ha estado entre los primeros impulsores de la migración a cloud. A principios de 2000 –cuando nadie se permitía soñar con las potencialidades que luego traería la nube– ofrecían un servicio “on demand” que luego se expandió a un negocio fenomenal que incluye 1.500 patentes y adquisiciones de empresas clave por US$ 7.000 millones. El año pasado su división de nube fue extremadamente rentable, con ganancias de US$ 4.400 millones, un crecimiento de 69% respecto al año anterior. ¿Van por más? Quizás el concepto de cloud empiece a quedarles corto a quienes hoy por hoy le dan aire a otros, más amplios: Internet de todas las cosas y Everything as a service. 

Otro de los grandes que está atacando fuerte con cloud es Microsoft. Antaño una empresa que se valía de licencias onerosas para hacer negocios hoy intenta migrar su infraestructura y aplicaciones para negocios a la nube. A pesar de las alzas y bajas que ha experimentado su división de consumo masivo, al sector Enterprise no le está yendo nada mal: hoy es 50% de las ganancias totales de la empresa. 

Oracle, por otro lado, hizo un par de adquisiciones clave en los últimos años, como las de Sun Microsystems o Responsys. Sus servicios de nube son la clave de su crecimiento aunque todavía está flojo en algunos servicios críticos para las empresas como CRM en la nube o, en general, de soluciones de productividad.

Incluso algunos que llegaron más tarde al negocio de la nube se han beneficiado por su crecimiento. Es el caso de Sap que despegó recién en 2012 con la adquisición de SuccessFactors y que hoy tiene una división propia para servicios en la nube que incluye otros verticales como IoT. 

En general, las historias de éxito sirven para ilustrar todo un universo de fracasos: hoy, más que nunca, el mercado está concentrado en pocos jugadores. Y la batalla por ser el rey de la nube implica posicionarse bien pero también ser fuerte en otros mercados que, a futuro, también podrían resultar claves como big data, analytics, social media y, también Internet de todas las cosas.

Más y más para las empresas que demandan servicios de IT, el tamaño importa: más alcance y más escala significa mejores precios y mejores servicios a escala global, lo que mejor posiciona a empresas de mayor tamaño que, golosas, salen al mundo a adquirir startups o Pyme que mejor puedan proveerlos de patentes y servicios especializados. Sin embargo, es cierta la frase que el que “mucho abarca poco aprieta”. Aunque hay más concentración, todavía hay espacio para aquellas empresas de nicho que puedan ofrecer a las empresas un verdadero eje diferencial.

El verdadero ganador es quien demanda estos servicios; los pequeños negocios que hoy son más grandes por poder adquirir tecnología a la altura de sus presupuestos. Sus consumidores, es decir, todo el resto del mundo, agradecidos.

 

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