OMC: en su hora crítica se reúne en Buenos Aires

Organizado por la Argentina, es el primer encuentro de la institución global.

6 diciembre, 2017

En la próxima semana tendrá lugar en Buenos Aires la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en la que participarán 3.500 representantes de 164 países.

Es la única organización internacional que se ocupa de las normas que rigen el comercio entre los países. Fue creada por negociaciones entre sus miembros, que derivaron en un tratado internacional creador de la institución.

Los pilares sobre los que descansa son los “Acuerdos de la OMC”, que han sido negociados y firmados por la gran mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados por sus respectivos parlamentos. El objetivo es “ayudar a los productores de bienes y servicios, los exportadores y los importadores, a llevar adelante sus actividades”.

La OMC se fundó en el 1 de enero de 1995, como continuadora del GATT, que había sido creado en 1947. La Argentina es miembro de la OMC desde 1967 (cuando adhirió al GATT en realidad), y refrendó su ingreso a la OMC en el mismo momento de su puesta en marcha en 1995.

Es cierto que la OMC atraviesa su momento más difícil: su gran inspirador y respaldo, Estados Unidos, amenaza con abandonar la organización, tras la nueva política del Presidente Trump: “America First!, como recuerda en este informe Marcelo Elizondo, director general de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).

 

Qué rol cumple

 

La organización regla (a través de acuerdos entre sus miembros) el comercio internacional. Ha ejercido notable influencia en la generación de mayor flexibilidad regulatoria para el comercio internacional desde que se constituyó, flexibilidad que ha surgido tanto por políticas unilaterales de los países que se adaptaron a los criterios que la OMC propone (límites a las restricciones en frontera o a prácticas discriminatorias y/o obstructivas); como así también a través de la influencia de la institución en las negociaciones entre su miembros para la celebración de acuerdos regionales. Acuerdos que en verdad, desde el más estricto principio de la no discriminación y desde la búsqueda de la amplia multilateralidad que busca la OMC, no son el objetivo ideal dado que la institución pretende que se logre, a través de acuerdos, un orden común universal.

También la institución promovió hace poco la firma entre sus miembros del Tratado de Facilitación de Comercio, para reducir en frontera los costos surgidos de regulaciones y o practicas excesivamente gravosas para el comercio internacional.

La OMC contribuyó con un marco institucional y con la influencia de su funcionamiento a que el comercio mundial creciera desde US$ 6,3 billones (millones de millones) en 1995 (año de su creación) hasta US$ 20,7 billones en 2016 (había llegado al record de US$ 23,9 billones en 2014).

Pero más aún, la OMC lleva registrados 445 acuerdos internacionales comerciales entre sus miembros (eran 419 en 2016, por lo que han crecido en 26), en vigencia, en el mundo.

 

Un orden planetario

 

El propósito de la OMC es en realidad un orden planetario abierto y no discriminatorio, pero también esta institución internacional asiste en los tratados firmados entre sus miembros (tratados regionales o multilaterales, o aun bilaterales) y es a la vez un foro para negociaciones económicas y un importante ámbito de solución formal de diferencias comerciales entre sus miembros, cuando hay acusaciones de prácticas obstructivas del comercio que se oponen a los principios de la institución.

Latinoamérica en general se ha basado en la institución para adaptar diversas prácticas que han llevado a tener en la región alguna de las economías más abiertas del mundo (mayormente los países con costa en el Océano Pacifico).

 

Relevancia del encuentro

 

La organización por parte de Argentina de la reunión ministerial de la OMC, es un hecho de extraordinaria relevancia porque (es la primera vez que ocurre), permite a nuestro país exhibir el compromiso con las instituciones internacionales, la vocación del reingreso en el comercio internacional y la exhibición de la capacidad de ejercer protagonismo en un ámbito en el que la reputación es relevante para la previsión de negocios.

Además, desde la perspectiva individual de nuestro país, el hecho de contar con las autoridades comerciales de los países miembros (casi todos los países el mundo) permite un ámbito para avanzar en conversaciones, negociaciones, y discusiones para que Argentina pueda mejorar desde una posición de fortaleza, en los contactos bilaterales o entre conjuntos de países, las condiciones para incrementar su (aun débil) comercio internacional.

Por otro lado, Argentina puede lograr que (en medio de grandes discusiones mundiales en esta materia) se refuerce en la reunión de Buenos Aires la vigencia del comercio internacional basado en nomas e instituciones comunes y universales.

 

El comercio mundial

 

El comercio mundial equivale hoy a casi 29% del producto mundial (era 18% hace 30 años). La tasa arancelaria promedio en frontera en el mundo bajó en 20 años desde 33% a 3% como muestra de la evolución en el marco de referencia del comercio mundial.

El auge de ese comercio, además, ha beneficiado especialmente a las economías emergentes, cuyo comercio pudo crecer en relevancia y explicar hoy 42% del total de exportaciones mundiales (los desarrollados lo hacen en 55%).

Pero, a decir verdad, Latinoamérica apenas genera 5,7% del comercio global (y en los últimos años ha sido en particular Asia el gran ganador aprovechando la mejora en el comercio trasfronterizo, al pasar de 14% a 32% del total mundial en 50 años).

Hoy, si bien solo 7 países (las grandes economías) concentran la mitad del comercio global, hay nuevos actores cuyo crecimiento se destaca y muestran un enorme dinamismo. En particular, hay una veintena adicional de países (la mayoría no tradicionales en esta materia), que ya explica (sumando su comercio internacional) un cuarto del total del comercio (entre ellos se encuentran Singapur, Corea, Taiwán, México y Emiratos Ãrabes).

Y midiendo al comercio planetario en su totalidad, una buena noticia es que la OMC prevé para 2017 el crecimiento del volumen del comercio mundial en unrango de 3,6% (muy superior a la débil alza de 1,6% de 2016).

Asia y Amercia del Norte lideran en dinamismso esta fuerza de nuevo crecimiento del comercio mundial.

Ahora bien: han surgido recientemente cuestionamientos al sistema, que no está ya influido solo por normas específicamente comerciales (se han reducido en el mundo aranceles y se acuerdan normas no arancelarias; pero se evalúan críticamente subsidios, sospechosas políticas tributarias nacionales, incentivos cambiarios locales, regímenes promocionales acusados de desleales, normas técnicas y de calidad que algunos califican de obstructivas y hasta cuestiones estratégicas internacionales).

Algunos países (EE.UU) optan por el bilateralismo sobre el multilateralismo (en el caso de EE.UU no implica mayor proteccionismo como lo muestra que en el primer año de la presidencia de Trump, tanto las exportaciones como las importaciones crecen más de 7%, pero sí suponen un entorno más complejo para el comercio con ese país); otros (Reino Unido) abandonan sus alianzas hacia una posición propia y flexible -Brexit-; mientras una mayoría propugna la liberalización del comercio.

Pero ahora cobran importancia nuevas discusiones: el comercio electrónico -que ya genera 12% del total de exportaciones mundiales-, los intangibles –las exportaciones mundiales de servicios ya casi alcanzan US$ 5 billones y las de propiedad intelectual, US$ 300.000 millones-, las cadenas de valor transnacionales -integran el 75% del comercio mundial-, y las megaempresas que son mayores a muchos países -de las 100 principales economías del mundo 69 son grandes empresas y solo 31 son estados nacionales-.

En cuanto a Argentina es el 26vo país del mundo por su PBI pero solo el 45vo en el ranking de exportadores. Y, en la otra faz de la moneda, es junto a Brasil el país de la región con mayor carga arancelaria para bienes de capital e intermedios, que son los de mayor participación en el comercio planetario (y comparte un similar lugar con Ecuador y Venezuela en bienes finales).

Argentina es uno de los 5 países de menor ratio comercio internacional (exportaciones e importaciones) sobre PBI del mundo, según el Banco Mundial. Y nuestro socio en el Mercosur, Brasil, también está en ese conjunto.

 Marcelo Elizondo, director general de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI).

 

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