A pesar de la crisis, TAC da pelea

La cooperativa cuyana de transportes de larga distancia es una de las empresas más afectadas por la crisis en el sector. Sus directivos explicaron que estudian una reestructuración que permita alcanzar mayores niveles de competitividad.

10 septiembre, 2000

Con 1.700 empleados –que la empresa denomina asociados o socios cooperativos– y varias décadas transportando cuyanos a lo largo y a lo ancho del país, Tac es la mayor cooperativa de transportes de Sudamérica.

Los dos millones de kilómetros, que su flota de micros recorre por mes, llegaron a representar una facturación anual de US$ 100 millones hace tres años. Posee predominio absoluto en Cuyo, la región que la vio nacer y crecer hasta transformarse en una marca poderosa en la mente de los consumidores.

Hasta hace algunos años, para cualquier mendocino, Tac era el nombre propio del servicio de transporte de larga distancia, pero las cosas cambiaron hace un tiempo: la guerra de tarifas entre las aerolíneas precipitó en picada los precios de los viajes por aire y los tiempos del transporte terrestre quedaron demasiado largos y extenuantes para una economía cada vez más crispada.

“El problema es la falta de pasajeros –reconoce Juan Carlos Covolo, presidente de la cooperativa–. En el ‘97 la recaudación era de US$ 100 millones por año y hoy apenas llega a los US$ 80 millones”.

Una merma similar terminó de complicar recientemente a la empresa más antigua del sector, El Cóndor. Tras acumular una deuda de U$S 22 millones y pasar a vender la mitad de los US$ 72 millones en pasajes que colocaba hace cinco años, debió presentarse en convocatoria de acreedores.

Paradójicamente, uno de los escollos que enfrenta la Tac es su calidad de cooperativa: “Nosotros no podemos despedir gente para bajar los costos, porque no tenemos empleados sino asociados. Esta cooperativa no nació para evadir impuestos, sino que se constituyó según el modelo de los años 60 y conserva los mecanismos legales de ese modelo”, argumenta Covolo.

La situación de Tac es, quizás, un reflejo magnificado de los problemas que padece el sector. Por eso, para muchos, llegó el momento de la transformación en las empresas de transporte, especialmente, con la mira puesta en la hipercompetividad que se manifiesta en precio y calidad de servicio.

Más información en MERCADO CUYO de septiembre de 2000.

Con 1.700 empleados –que la empresa denomina asociados o socios cooperativos– y varias décadas transportando cuyanos a lo largo y a lo ancho del país, Tac es la mayor cooperativa de transportes de Sudamérica.

Los dos millones de kilómetros, que su flota de micros recorre por mes, llegaron a representar una facturación anual de US$ 100 millones hace tres años. Posee predominio absoluto en Cuyo, la región que la vio nacer y crecer hasta transformarse en una marca poderosa en la mente de los consumidores.

Hasta hace algunos años, para cualquier mendocino, Tac era el nombre propio del servicio de transporte de larga distancia, pero las cosas cambiaron hace un tiempo: la guerra de tarifas entre las aerolíneas precipitó en picada los precios de los viajes por aire y los tiempos del transporte terrestre quedaron demasiado largos y extenuantes para una economía cada vez más crispada.

“El problema es la falta de pasajeros –reconoce Juan Carlos Covolo, presidente de la cooperativa–. En el ‘97 la recaudación era de US$ 100 millones por año y hoy apenas llega a los US$ 80 millones”.

Una merma similar terminó de complicar recientemente a la empresa más antigua del sector, El Cóndor. Tras acumular una deuda de U$S 22 millones y pasar a vender la mitad de los US$ 72 millones en pasajes que colocaba hace cinco años, debió presentarse en convocatoria de acreedores.

Paradójicamente, uno de los escollos que enfrenta la Tac es su calidad de cooperativa: “Nosotros no podemos despedir gente para bajar los costos, porque no tenemos empleados sino asociados. Esta cooperativa no nació para evadir impuestos, sino que se constituyó según el modelo de los años 60 y conserva los mecanismos legales de ese modelo”, argumenta Covolo.

La situación de Tac es, quizás, un reflejo magnificado de los problemas que padece el sector. Por eso, para muchos, llegó el momento de la transformación en las empresas de transporte, especialmente, con la mira puesta en la hipercompetividad que se manifiesta en precio y calidad de servicio.

Más información en MERCADO CUYO de septiembre de 2000.

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