Un negocio que está sobredimensionado

A principios de los ’90, el entretenimiento se perfilaba como un mercado con un enorme potencial por explotar. Varias empresas destinaron cientos de millones de dólares a la creación de parques temáticos, centros de entretenimiento y oceanarios. Lamentablemente, estas expectativas de crecimiento estaban sobredimensionadas y las inversiones no pudieron ser recuperadas, lo que llevó a que en los últimos dos años, la mayoría de las empresas del sector ingresaran en convocatoria de acreedores o, directamente, cerraran sus puertas. Sólo unas pocas lograron soportar estoicamente los embates de cuatro años de recesión económica. Por Débora Piccinini

17 noviembre, 2012

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