Xerox tras una nueva estrategia

El gigante de las fotocopiadoras intenta recomponer sus negocios tras un ajuste que implicó el anuncio de 5.000 despidos en sus filiales de todo el mundo y el recorte de US$ 1.000 millones en gastos.

3 abril, 2001

La difícil situación de Xerox en el último año, ha hecho que los directivos de la compañía que es sinónimo de impresoras y fotocopiadoras en el mundo, decidieran realizar un duro ajuste, e implicó a su vez el rediseño de sus negocios globales.

En el último trimestre de 1999, Xerox ganó US$ 294 millones. Exactamente un año después esas cifras se tradujeron en pérdidas netas por US$ 119 millones, lo cual la puso a merced de sus implacables competidoras, Hewlett Packard, Lexmark y Epson, según informa hoy (martes 3) el diario La Nación.

El plan de ajuste previsto por la empresa para superar esta situación incluye el despido de unos 5.000 empleados -lo que representa 4% de la totalidad de su personal a nivel mundial- y un ahorro de gastos que deberá alcanzar los US$ 1.000 millones de acuerdo a las previsiones de sus directivos.

De todos modos, la presidenta de la compañía, Anne Mulcahy, aseguró en una conferencia de prensa realizada en Manhattan, que no está en los planes de Xerox cerrar ninguna de sus oficinas en el América latina, aunque aclaró que si habrán ajustes y reorganizaciones.

Directivos de la filial argentina de Xerox admitieron en dialogo con el matutino, que la recesión pegó fuerte en sus números, lo cual explica los 80 despidos que realizó la empresa a lo largo del año.

Por otro lado, el ajuste global anunciado no ofrece certezas de que esa línea no se continuará con más recortes en el personal hasta alcanzar el nivel de gastos estipulado desde la dirección central de Xerox.

En la conferencia de prensa realizada en Nueva York, los directivos explicaron que “hicimos todo lo que los manuales decían que era un error –cita La Nación-. Realizamos malas inversiones, ya que financiamos a muchos clientes incobrables, desviamos el foco de nuestro negocio y nos ganó la competencia. Sumados todos estos errores internos, fuimos arrastrados por la caída del Nasdaq. Pero estamos cambiando”.

Las deudas que contrajo el grupo, cercanas a los US$ 17.000 millones, forzaron la decición de vender su parte en Fuji Photo Film, y desprenderse de sus operaciones en China, de un gran números de edificios y oficinas en todo el globo, y de una gran cantidad de activos en otras empresas.

La idea de su presidenta es ahora entrar de lleno al mercado de las impresiones color, donde ve un potencial enorme debido al ritmo de crecimiento de ese sector.

Gran parte de las buenas perspectivas en impresiones color responde a los resultados que obtuvo Tecktronix, un fabricante de impresoras color de alto rendimiento y bajo costo, que Xerox adquirió en una operación tasada en US$ 1.000 millones, y que es por ahora la nueva joya y la esperanza de la compañía.

La difícil situación de Xerox en el último año, ha hecho que los directivos de la compañía que es sinónimo de impresoras y fotocopiadoras en el mundo, decidieran realizar un duro ajuste, e implicó a su vez el rediseño de sus negocios globales.

En el último trimestre de 1999, Xerox ganó US$ 294 millones. Exactamente un año después esas cifras se tradujeron en pérdidas netas por US$ 119 millones, lo cual la puso a merced de sus implacables competidoras, Hewlett Packard, Lexmark y Epson, según informa hoy (martes 3) el diario La Nación.

El plan de ajuste previsto por la empresa para superar esta situación incluye el despido de unos 5.000 empleados -lo que representa 4% de la totalidad de su personal a nivel mundial- y un ahorro de gastos que deberá alcanzar los US$ 1.000 millones de acuerdo a las previsiones de sus directivos.

De todos modos, la presidenta de la compañía, Anne Mulcahy, aseguró en una conferencia de prensa realizada en Manhattan, que no está en los planes de Xerox cerrar ninguna de sus oficinas en el América latina, aunque aclaró que si habrán ajustes y reorganizaciones.

Directivos de la filial argentina de Xerox admitieron en dialogo con el matutino, que la recesión pegó fuerte en sus números, lo cual explica los 80 despidos que realizó la empresa a lo largo del año.

Por otro lado, el ajuste global anunciado no ofrece certezas de que esa línea no se continuará con más recortes en el personal hasta alcanzar el nivel de gastos estipulado desde la dirección central de Xerox.

En la conferencia de prensa realizada en Nueva York, los directivos explicaron que “hicimos todo lo que los manuales decían que era un error –cita La Nación-. Realizamos malas inversiones, ya que financiamos a muchos clientes incobrables, desviamos el foco de nuestro negocio y nos ganó la competencia. Sumados todos estos errores internos, fuimos arrastrados por la caída del Nasdaq. Pero estamos cambiando”.

Las deudas que contrajo el grupo, cercanas a los US$ 17.000 millones, forzaron la decición de vender su parte en Fuji Photo Film, y desprenderse de sus operaciones en China, de un gran números de edificios y oficinas en todo el globo, y de una gran cantidad de activos en otras empresas.

La idea de su presidenta es ahora entrar de lleno al mercado de las impresiones color, donde ve un potencial enorme debido al ritmo de crecimiento de ese sector.

Gran parte de las buenas perspectivas en impresiones color responde a los resultados que obtuvo Tecktronix, un fabricante de impresoras color de alto rendimiento y bajo costo, que Xerox adquirió en una operación tasada en US$ 1.000 millones, y que es por ahora la nueva joya y la esperanza de la compañía.

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