La mafia serbia, otra vuelta de tuerca en el narcotráfico

El mapa del negocio vuelve a cambiar. Hoy, las mafias balcánicas compran cocaína refinada al mayoreo en Latinoamérica y la reexportan a la Unión Europea. Especialmente, a ciudades como Venecia, Milán, París, Londres, Copenhague, Ámsterdam, etc.

21 noviembre, 2009

<p>Por ejemplo, antiguas rutas para opi&aacute;ceos orientales &ndash;Afganist&aacute;n, tri&aacute;ngulo de oro indochino- se pasan a la coca&iacute;na. Un caso t&iacute;pico es Turqu&iacute;a, otrora relevante por sus campos de amapolas y hoy escala en un camino que, partiendo de Colombia, cruza el mar hasta &Aacute;frica occidental. M&aacute;s tarde, las cargas alcanzan Montenegro y otros pa&iacute;ses balc&aacute;nicos.<br />
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Otra rama atraviesa Ecuador, Per&uacute;, Bolivia, Uruguay y Argentina, desde donde se embarca a Europa occidental. Todo este tr&aacute;fico est&aacute; en manos de bandas serbias compuestas de ex militares y aliados bosnios, macedonios, etc. Se trata, en el fondo, de grupos que hablan leves variantes de serbocroata y tienen lazos de sangre con varias etnias balc&aacute;nicas.<br />
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Su perfil es t&iacute;pico y deriva de c&eacute;lulas paramilitares. A su vez, lejanas descendientes de los croatas que colaboraban con el Tercer Reich y sus oponentes serbios, que peleaban para Josip Broz &ldquo;Tito&rdquo;. Se estima en 35 a 45 el n&uacute;mero de c&eacute;lulas activas en la red local del narcotr&aacute;fico. Otras diez act&uacute;an en Sudam&eacute;rica y Europa occidental. Hasta ahora, el secuestro m&aacute;s grande (2.175 kilos de coca&iacute;na refinada) se realiz&oacute; el 16 de octubre, en un yate capturado por la prefectura uruguaya.<br />
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A diferencia de otros operadores los serbios tienen efectivos, mentalidad paramilitar y una organizaci&oacute;n similar a la de cualquier multinacional. Ni siquiera los piratas somal&iacute;es llegan a tanto, todav&iacute;a. En realidad, el mercado de la hero&iacute;na se atiene a una estructura hist&oacute;rica que mezcla &ldquo;tong&rdquo; chinos (tr&iacute;adas) con talib&aacute;n afganos. Pero la coca&iacute;na es otro tipo de negocio, donde imperan las econom&iacute;as de escala y existen respetables inversores ajenos al narcotr&aacute;fico.<br />
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En Washington preocupan &ldquo;soldados&rdquo; que se mueven como fuerzas especiales y, seg&uacute;n se&ntilde;ala el caso colombiano, les disputan el terreno a sus colegas norteamericanos. Entre las mejores unidades figuran los &ldquo;tigres de Arkan&rdquo;, cuya inteligencia es respetada hasta por los israel&iacute;es (que no suelen interferir en su negocio). <br />
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En Colombia, un territorio balcanizado por insurgentes, los serbios cooperan con las fuerzas armadas revolucionarias (FARC). En M&eacute;xico, donde la guerra es abierta y sist&eacute;mica (ej&eacute;rcito, polic&iacute;a, clanes narcos), los balc&aacute;nicos est&aacute;n presentes v&iacute;a los Zeta, paramilitares originalmente adiestrados por norteamericanos en t&aacute;cticas como asesinato o tortura. Hoy est&aacute;n al otro lado.</p>
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